DIEGO ARANGO | El Nuevo Siglo
Jueves, 15 de Noviembre de 2012

Vecinos ruidosos y peligrosos

 

No hay nada más fastidioso que rompa la tranquilidad del hogar, que unos vecinos ruidosos y maleducados. No falta en los barrios, en condominios y edificios de apartamentos aquellos fiesteros que más allá de una sana diversión se dedican a poner música a todo volumen, gritos, cantos y hasta peleas. También los hay que se ubican en los parques a tomar trago y hasta meter  vicio, principalmente barras de muchachos. De igual manera se presentan peleas en los hogares que trascienden a vecindarios; y por último negocios, tiendas y bares que venden licor hasta altas horas de la noche produciendo ruido que perturba la paz de los vecinos.

Mucha gente no sabe qué hacer, algunos llaman a los CAI que a veces atienden, otras no van y si lo hacen amonestando, al rato vuelven a subir el volumen o reaparece el ruido. Lo malo para el vecino que padece este tormento es que al quejarse se echa encima a los vecinos escandalosos o la pandilla, corriendo peligro ellos y sus hijos. Se han denunciado casos en los que se les ha atentado contra sus vehículos y casas, se les han enviado notas de intimidación y finalmente los vecinos han tenido que trasladarse para evitar males mayores.

Es indignante que se deban tomar esas medidas porque la cultura ciudadana de muchas personas es muy baja. En Colombia no existen políticas de convivencia ni pedagogía sistemática en los colegios, en condominios y juntas de acción comunal que deberían realizar cursos y seminarios de buen comportamiento, advertir a los vecinos de las normas que prohíben el ruido y escándalos en los vecindarios. Además, las autoridades tampoco se ocupan en estos asuntos, sólo eventualmente algún comandante de policía de un cuadrante o CAI realiza actividades de este tipo. No obstante el Ministerio de Defensa y la Alta Consejería de Seguridad y Convivencia presentaron al Congreso de la República un proyecto de ley de reforma del Código de Policía, que no se actualiza desde el año 1970, para multar y sancionar con mayor severidad a los vecinos ruidosos, el mismo que daría facultades a alcaldes de ciudades y pueblos para definir medidas y los dota de una herramienta más eficaz para controlar de inmediato estas situaciones. Asimismo a poner multas que se sientan en el bolsillo de los infractores. También a actuar acabando la fiesta y el ruido, y detenciones si se resisten, reinciden o se evidencian escándalos, riñas y consumo de sustancias prohibidas. Muy buena iniciativa y ojalá el Congreso la apruebe para que avancemos en una convivencia más culta y educada.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional