DIEGO ARANGO* | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Diciembre de 2012

La reforma del fuero militar

 

En  un país lleno de violencia producida por el narcotráfico, guerrillas, paramilitares, bandas criminales, secuestradores, extorsionistas, atracadores, ladrones, sicarios, contrabandistas, corruptos y, en fin, todo ese mal que se ha tomado al país, tener unas Fuerzas Armadas sin fuero militar es un exabrupto. Por esta razón el Congreso aprobó la reforma para que nuestros militares sean juzgados por la justicia penal militar, exceptuando los delitos de desplazamiento forzado, genocidio, violencia sexual, ejecuciones extrajudiciales y torturas que serán de competencia de la justicia ordinaria.

Esta medida es justa puesto que los militares son quienes por Constitución cuidan la soberanía nacional, el orden, la vida y los bienes de la Nación. Los militares exponen sus vidas en la lucha contra el crimen y muchas veces se ven abocados a situaciones muy difíciles frente a los delincuentes donde la reacción con fuerza produce sucesos que causan pérdida de vidas humanas.

Desde luego que la formación castrense recibida por ellos les exige actuar dentro de los parámetros éticos evitando muertes innecesarias y controlando las armas y la violencia, pero muchas veces la agresión de los criminales los lleva a cobrar víctimas. Se ha dado el caso en que militares se han excedido o cruzado el umbral de la ética militar, abusando del uso de las armas y la fuerza, más aún, se han producido falsos positivos que afectan la credibilidad de los militares generando desconfianza hacia ellos.

Esta medida del Congreso ha sido acertada y conveniente en la lucha que el país adelanta. Los militares deben tener respaldo jurídico así no les guste a las organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, quienes se han dedicado a proteger a los criminales amparados en sus ideologías izquierdistas más allá de la protección a los derechos de la población civil.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional