Diego Arango Osorio | El Nuevo Siglo
Jueves, 16 de Junio de 2016

Mano fuerte

Está casi listo para ser aprobado por el Congreso el nuevo Código de Policía. Los ciudadanos nos alegramos de poder contar con una herramienta eficaz que ayude a controlar la desbandada abusiva de mucha gente ante la falta de posibilidad de las autoridades para controlar las situaciones. Es increíble que desde hace cuarenta años no se actualizaba el código policivo. Ahora los vecinos ruidosos con parlantes a todo volumen tendrán su “tatequieto”.

 

La policía no es respetada en Colombia, ante alguna amonestación el ciudadano reprendido termina agrediendo al agente sin que nada pase. Pues bien, con este nuevo Código se le brinda respaldo, ahora la policía puede acudir a cualquier casa o establecimiento ante la solicitud de auxilio, en casos de emergencia.

 

Los congresistas de la izquierda se oponen a este nuevo Código por encontrarlo peligroso en casos de abuso, pero eso significaría que la laxitud de la autoridad que se traslada a la justicia, continúe imperando con resultados como la anarquía reinante en Colombia.

 

Un país sin una autoridad fuerte invita al delito y esto es típico en las naciones subdesarrolladas, pues en los países desarrollados como Estados Unidos, Canadá y Europa la policía es fuerte, se respeta y hace respetar a la ciudadanía. Vaya y ultraje a un policía alemán o suizo a ver lo que le pasa, es gravísimo violar las normas de convivencia en esas naciones, aun en la China, Corea o Japón, pero en Colombia el agresor termina teniendo la razón o si es sancionado, las consecuencias son menores. Observen los puentes peatonales donde está prohibido cruzarlos montados en la bicicleta, casi nadie respeta esa norma, aun sobre los ojos impotentes de los policías y el peligro de los transeúntes. Pues bien, ahora este Código controla con mano dura todos estos abusos de la gente.

 

Otros aspectos muy positivos son: el control de la portabilidad de los celulares en que obligan a registrar el imei para contrarrestar el delito de los robados. A las trabajadoras sexuales se les exige portar el carnet de salud y las medidas de protección. La policía puede cerrar los moteles, bares, casas de prostitución y demás antros o burdeles que sean instalados en zonas residenciales no autorizadas.

 

El control a los vendedores dentro del transporte público que son una lata, pues alegando la necesidad de trabajo de unos cuantos se atormenta a millones de personas. Los taxistas con el radio a todo volumen, irrespetando al pasajero que paga por el servicio. En fin, son 240 artículos que protegen a los ciudadanos de los abusos y esperamos que la policía lo sepa aplicar adecuadamente y sin convertirse ellos en los abusadores. Se necesitaba mano fuerte.

arangodiego@hotmail.com