EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Agosto de 2012

Equilibrio regional y algo más…

 

Ante los resultados desfavorables de las encuestas, el presidente Santos no ha mostrado indiferencia, sino bastante preocupación. También sus asesores de imagen acusaron el golpe y han puesto en marcha diversas estrategias para contrarrestar los efectos que, para la aspiración reeleccionista del Presidente, pueden tener esas muestras de opinión.

Para detener su caída, nuestro Jefe de Estado, dotado de condiciones físicas excelentes, decidió recorrer el país. En un mismo día aparece acá y acullá, con un paquete de promesas debajo del brazo, tan alegres que desdicen de un estadista serio como pensamos que era el candidato por quien votamos 9 millones de colombianos, cuando condenaba el populismo y otras prácticas políticas lindantes con la corrupción.

Pese a que nuestro Presidente cuenta con buena prensa, han trascendido, sin embargo, algunos traspiés en su carrera por la recuperación de su imagen. Y de los cuales no nos ocuparemos, porque se trata de equivocaciones en su mayor parte intrascendentes, acaso merecedoras de sonrisas y chascarrillos pero no de censuras graves.

Con todo, nos llamó la atención que el presidente Santos en su entrevista de dos noches con Yamid Amat, ante la pregunta relacionada con la queja de algunas regiones que se sienten mal representadas en el Gabinete y mal tratadas también en el plan de inversiones, contestara que él hacía el equilibrio regional con obras, pero, he aquí el “gran pero”, sólo se refirió el Presidente a las que está haciendo o proyecta hacer su Gobierno en departamentos como Antioquia, lo que permite pensar que sólo el descontento que pueda surgir en la gran región paisa le preocupa. El de otras regiones no lo desvela.

Léase, señor Presidente, o pídale el favor al coordinador presidencial de regiones, Alejandro Char, que le lea el editorial de El Universal de Cartagena del martes anterior, que se ocupa de sus dos años de Gobierno -en gran parte elogioso-, pero en el cual se le pasa la cuenta de cobro de la deuda que tiene su Gobierno con la Costa Caribe en vías e infraestructura de transporte, para no hablar de la inseguridad que golpea en forma tan grave a más de la mitad de los 8 departamentos de esa región, y de los altos indicadores de inequidad social que en ella se registran…

¿Acaso se puede creer en una política de unidad nacional cuando a través del plan de inversiones no se atienden en forma adecuada las necesidades de las regiones más atrasadas del país, y en cambio se privilegian las más desarrolladas?

Con esa visión de país se pueden presentar situaciones de gravedad impredecibles. En efecto, la indignación regional Caribe, por ejemplo, puede transformarse, otra vez, en un movimiento separatista, señor Presidente. ¡Remember Panamá!

Si gobernar es prever, hay que evitar que ocurran movimientos de esa naturaleza. Con un verdadero y no con un falso criterio de lo que la unidad nacional significa.

En otras palabras, sin equilibrio regional no puede hablarse de unidad nacional. Y ojalá este Gobierno tenga en cuenta ese principio incuestionable. Para ser consecuente, incluso, con lo que predica.

edmundolopezg@hotmail.com