Estimo como tema de máxima importancia para profundizar en este nuevo año el de la educación. Dos meses de reclamos de jóvenes colombianos por un mejor presupuesto para uno de los sectores de la educación, la pública, o sea ofrecida directamente por el Estado, han dado pie para serias reflexiones, y para llevar a un gobierno comprensivo a ofrecer debida respuesta en su cuatrienio, y a otros para el desafortunado estilo de desmanes y despertar ciegas pasiones contra el régimen.
Esas circunstancias, y la búsqueda de salidas serias al no fácil momento que vive nuestro país, llevan a pensar en algo básico para toda la Nación como lo es la educación, y que reflexionemos sobre ella en búsqueda de respuestas a nuestra sociedad de hoy. Respuestas que no se queden en solo buenas ideas sino que lleven a esfuerzos conjuntos de los diversos estamentos nacionales, entre ellos una definida y ágil pastoral educativa de la Iglesia Católica.
Es sabio construir sobre bases firmes, y revisarlas periódicamente. Es ese el llamado del momento en Colombia dado desde el Ministerio de Educación, según lo expresado por la Ministra María Victoria Angulo, quien en mensaje dado a través de El Tiempo al finalizar el 2018 (27-12), que me daba el título de esta y otras columnas: “Educación: agenda prioritaria”. Igualmente los directivos de la Conferencia Episcopal en Colombia, un mes antes (27-11), habían enviado Comunicado en el que se invitaba a que como respuesta al reclamo juvenil para la educación pública se lo atendiera por la vía del diálogo, como afortunadamente se hizo. Para ese diálogo la entidad eclesial de tan amplio influjo nacional ofreció su aporte con representación en mesas de análisis constructivo.
Importante esta presencia de nuestro Episcopado ante el tema educativo, como ya lo ha hecho con aportes valiosos para el país. De gran claridad lo expresado en el punto 5º del comunicado: “Invitamos a todos los colombianos a rodear las iniciativas nacionales y regionales para salida de la emergencia educativa, sin olvidar que es necesario ir hasta las raíces más profundas de esta crisis para encontrar las respuestas adecuadas”. Agrega ese importante documento invitación a acciones concretas: “No conviene quedarse solo en lograr el financiamiento de las Instituciones de educación oficiales. Se tiene por delante la oportunidad de ir más allá de dirigir esfuerzos hacia el mejoramiento de la calidad educativa en todos los niveles, de apoyar todas las legítimas iniciativas en el país”. Están allí las de la educación privada responsable, con su gran aporte, de esta manera, a la Nación.
En próximas entregas me referiré a puntos importantes a tener en cuenta en este tema educativo, pero no puedo terminar esta primera sin destacar más el contenido del mensaje de la Ministra de Educación. Bienvenido el anuncio de que el actual Gobierno ha asumido el compromiso de tomar con responsabilidad los retos que el país tiene en lo educativo, con propuestas que se puedan cumplir, que sean sostenibles financieramente, que acojan la voz de las regiones, integren a la comunidad en torno a un pacto por la educación. A ese gran propósito agrega la Ministra pasos concretos que se dan para lograrlo. (Continuará)
*Obispo Emérito de Garzón
Email: monlibardoramirez@hotmail.com