Muy bien lo describen los antioqueños, cuando se asfixian dentro de un bus, un carro o cualquier vehículo al que se ha tragado el endemoniado tráfico arropado por el sol canicular veraniego de Medellín al mediodía.
En la Capital tenemos muy bien organizado el “bogotaco de Claudia”, a quien le da pena ver un carro en el que solo va el conductor, “a 20 metros por minuto”, velocidad a la cual se mueve esta ciudad, según el colega Clopatofsky.
La congestión actual la introdujo Peñalosa en su primera aparición, para opacar la labor de Juan Martín Caicedo, último burgomaestre que construyó una gran arteria vial en el DC.
Peñalosa angostó las vías para ampliar unos desastrosos andenes que tantas fracturas han ocasionado a los peatones. Avenidas como la 15 y otras, que tenían 5 carriles, quedaron de tres. Para completar convirtió los andenes en ciclorrutas que representaron graves peligros para los peatones.
En su segunda alcaldía implantó el SIT-Provisional, buses viejos con carrocería vieja, para complementar el Transmilenio. Ente tanto, las rutas para los superpesados armatostes, se pulverizaban por su mala calidad, agravando las enormes congestiones, a las que se sumaban las motos, bicicletas y los mercados persas invasores de las vías.
Durante la segunda alcaldía de Peñalosa y la de Claudia, no se construyó ninguna avenida o calle nueva, solo se permitió o - ¿se alimentó? - la aparición de huecos, baches y obstáculos que han entorpecido el tránsito.
El “experto” en ciudades y la señora de los “tacos”, han querido aliviar las congestiones con picos y placas, que de nada sirven. Hoy se le ha “raponeado” la mitad de los carros a los bogotanos, que deben acudir a las bicis y motos, porque el transporte público no es eficiente. Tampoco se ha reducido el impuesto a los vehículos, que ya no pueden salir durante medio año.
Claudia López, olvidó que las ciclorrutas se podrían construir técnicamente, sin estrobar, sin causar problemas. Su gran idea, fue angostar aún más, las ya casi inexistentes vías, calles y avenidas. Ha paralizado a Bogotá, más que el covid-19.
Ha dejado arruinar las pocas vías. Los huecos destruyen llantas y suspensiones, mientras contaminan al extremo el aire. Alrededor de 2.000 personas mueren al año por este motivo.
La alcaldesa quiere que los pocos días que la gente puede sacar su carro, lo llene de gente. Nadie cree que la inseguridad y la urgencia en los desplazamientos, permitan encontrar amigos, vecinos o parientes que los acompañen, para que Claudia no sienta pena, o vergüenza al ver un carro con solo dos o tres personas atravesando el “bogotaco” que ella construyó.
BLANCO: El respaldo que le da España al proceso de Paz Total con el Eln.
NEGRO: La Comisión de la verdad, dejó al descubierto el sabotaje que sufrió el proceso de Paz. Hasta la fiscalía de entonces se prestó para ello, con droga, para inculpar a “Santrich”.