El consulado en Somalia | El Nuevo Siglo
Jueves, 14 de Marzo de 2024

En los noventa había un chiste o expresión que se usaba cuando alguien no servía para nada por su incapacidad o ineptitud total. Entonces se le decía a alguien: “¡usted no sirve ni para un consulado en Somalia jajaja…!

Y aunque de los encuentros de Francia con África podría resultar un consulado en Somalia, el caso de los pasaportes, que se trata simplemente de la fabricación física de unas libretas con ciertas características técnicas, me recordó esa anécdota y lo bien que le cae a Murillo o Leiva y otros quienes han demostrado que no sirven literalmente ni para un consulado en Somalia. A no ser que… intencionalmente y por un interés más grande… ellos estén de acuerdo en pasar a la historia como unos ineptos con una capacidad gigante para convertir las cosas fáciles en imposibles. ¿Será este el caso?

El filósofo Immanuel Kant estaría ansioso por conocer el noúmeno en este caso y yo también… Es decir, conocer la verdadera razón e interés detrás de este escándalo…. ese “interés superior” que únicamente ellos conocen pues el fenómeno, eso que ya conocemos todos solo demuestra una aparente y total ineptitud y un fracaso estruendoso.

En todo caso, la verdad es que la influencia de la cultura griega clásica en este gobierno es totalmente nula. Muy lejos de Platón y Aristóteles quienes por ejemplo veían en la aristocracia un sistema de gobierno a cargo de personas con una gran sabiduría y capacidad intelectual. De hecho, etimológicamente aristos es sobresaliente, y krato es poder.

La influencia de este gobierno se alinea más bien con la kakistocracia, es decir que en el gobierno tienen que estar los peores, los más brutos, ineptos, incapacitados y sin preparación alguna. Basta revisar las palabras del eximio Alexander López una vez posesionado con Director de Planeación Nacional para demostrarlo: “No soy economista, ni aspiré serlo, porque las matemáticas me dieron muy duro” … “¿Por qué nos tienen que imponer que en una entidad como el Departamento Nacional de Planeación tenga que haber un economista? ¿Dónde está escrito eso? ¿Cuál es la ley que determina eso?”

Alexander López tiene un perfil como para ser un excelente cónsul en Somalia, pero no para dirigir la entidad que coordina, diseña y apoya la planificación de políticas públicas y de presupuesto de los recursos de inversión del país. Gustavo Bolívar, también sería buen cónsul en Somalia y su bachillerato sería más que suficiente en una kakistocracia. Ojalá las matemáticas que aprendió en su bachillerato le funcionen para convertir 13 billones en trillones de subsidios a ciudadanos ¿compra de votos? Y, en medio de todo esto, la gran preocupación de la kakistocracia es el 2026 y la continuidad de un “gran proyecto progresista” para Colombia pues es claro que esto no ha empezado y que termina cuando todo este destruido.

Poner a los más malos en el gobierno no es casualidad y tiene un propósito muy claro con miras al 2024: una revolución al estilo Marx que supone que sea violenta por supuesto.

juanfelipereyes@hotmail.com