Hace once años, al iniciar con estas columnas en El Nuevo Siglo, me propuse, entre otros, reseñar la vida y obra de colombianos de los cuales sólo se conserva un recuerdo que sólo se conserva en algunos ámbitos de la sociedad y no en el acervo colectivo, donde las acciones turbias de las mafias, de los políticos corruptos o hasta de la música narco cobran vigencia en lo que hoy en día es la “cultura” pensándose que todo lo demás es una “contracultura”.
El doctor Mauricio Londoño Paredes me ha remitido su libro sobre su padre, el general Julio Londoño Londoño, nacido en “el primer pueblo de Colombia”, Abejorral, que sigue siendo en nuestro listado el que encabeza alfabéticamente el conjunto de más de mil municipios de nuestro país. La obra, editada por la Sociedad Geográfica de Colombia -que sólo tiene 35 miembros entre los honorarios, de número y correspondientes-, se refiere a la vida del general Londoño y su contribución al estudio de la geografía y los espacios políticos colombianos.
La gestión del general Londoño hizo que no quisiera ser un convidado de piedra en el mundo en el que vivía, ya que estudió, investigó, analizó y produjo una extensa bibliografía que se cristalizó en cerca de 350 documentos, entre libros, artículos, folletos y textos de conferencias, entre los que se encontraban “La visión geopolítica de Bolívar”, “Geopolítica de Suramérica”, “Suramérica o al geografía como destino”, “Los fundamentos de la geopolítica”, “Nueva geopolítica de Colombia”, “Geopolítica del Caribe”, “Nación en crisis”, “Por Flandes a París”, etc., que no sólo se produjeron desde su compromiso como soldado de la Patria, sino también como Sub Director de la Escuela Militar de Cadetes, embajador de Colombia ante la República Dominicana, Director del Instituto de Estudios Geográficos <Agustín Codazzi”, profesor en las universidades Nacional de Colombia y “Jorge Tadeo Lozano”, de la Escuela Superior de Guerra, de la Academia Diplomática y del Instituto Universitario de Historia de Colombia de la Academia Colombiana de Historia.
Fue miembro de las Sociedades Geográfica de Colombia, Bolivariana de Colombia, Cartográfica de Colombia; de la Real Academia de Historia de España y de las academias Paraguaya de la Historia, Dominicana de la Historia, Boliviana de Historia y Colombiana de Historia; del Centro de Actividades Geográficas; de los institutos de Etnomusicología y Folclor, del Colombo-ecuatoriano de Geografía, del Panamericano de Geografía e Historia y del Colombiano de Sociología, así como de la Asociación Colombiana de Geógrafos, etc.
La obra de Mauricio Londoño sobre su padre, nos adentra en el estudio de la geopolítica nacional y continental, en el quehacer y continuo vivencial de este militar antioqueño, quien fue muy activo en su vida y luego, en el atardecer de ella tuvo una senectud serena, tranquila y distraída, pues no cesó de compartir sus enseñanzas con académicos y con cadetes del Ejército.
Participó en la guerra contra el Perú, en el “Destacamento Amazonas” y luego haría parte de la comisión de desmilitarización convenida en el artículo 5 del Protocolo de paz, amistad y cooperación entre Colombia y Perú, conocido como la “Paz de Río”. También, siendo recién casado con la reina de belleza huilense y literata Isabel Paredes Manrique, con quien tuvo tres hijos, de los cuales hay descendencia en seis nietos y seis bisnietos, fue destinado a la agregaduría militar en Francia en 1939, donde fue testigo excepcional de la Segunda Guerra Mundial.
Londoño recorrió a pie los límites terrestres de Colombia, reconstruyó hitos, levantó cartas geográficas y fue el propulsor de los conceptos geopolítica y, factores geográficos, dentro de los cuales se comenzaron a estudiar el clima, el espacio, el mar, las montañas, los ríos, la morfología, la fisiografía y las riquezas naturales de uno de los países más biodiversos del mundo, Colombia.