Imposible iniciar esta columna si antes manifestar el profundo pesar que nos invade por la muerte del Sr Mayor Edison Andrés González Huertas, comandante de la estación de policía del Tarra - Norte de Santander, a manos de un cobarde francotirador.
Estamos soportando estoicamente una arremetida asesina donde el enemigo no enfrenta los valerosos defensores de la sociedad, sino que los ataca con sevicia y ventaja traidora. Vaya nuestra solidaridad con sus familiares y esa Policía Nacional de los colombianos, tan cara a nuestros sentimientos y bañada de sangre patriota, producto del heroísmo cotidiano demostrado por sus hombres y mujeres, que hacen grandiosa y majestuosa nuestra institución.
Saludamos al nuevo Director de la Policía Nacional, Mayor General William René Salamanca, a la vez que le deseamos toda clase de éxitos en su gestión, para bien de la institución y toda Colombia; es esperanzador poder afirmar que el nuevo Director conoce de primera mano la grave situación de inseguridad e intranquilidad que se vive en el país, pues lo acompaña una vasta experiencia, por haberse desempeñado como director de seguridad ciudadana y comandante de región en tiempos próximos pasados, experiencia que le permite, como lo dijo, en su discurso de posesión, anunciar ajustes y cambios en el servicio de policía, enfocándose en acoplamientos al programa CAI eje central de la vigilancia ciudadana.
Le asiste gran razón al General cuando direcciona el objetivo principal hacia un tejido social que debe rodear su policía, generado cercanía e información que le permita a los uniformados conocer las problemáticas, amenazas y fortalezas de la comunidad puesta bajo su tutela; como cabildos abiertos identificaremos este programa.
Otro asunto de suma importancia es lo referente a la reingeniería programada por el Director, porque abre un espacio para la capacitación y actualización de su recurso humano en diferentes y variados frentes del saber: la tecnología, criminología y relaciones humanas.
Seguramente nuestro General Salamanca calcula que este es un medio ideal para lograr la motivación de sus hombres y su compromiso con el servicio, que puede ser extensivo a la ciudadanía, desarrollando paralelamente escuelas ciudadanas formadoras de líderes y orientadoras de autoridades locales, que potencien la solución de conflictos y problemáticas sectoriales.
Lógicamente entendemos que el comercio, los gremios, el empresariado y la industria, entre otros, también serán parte activa de las dos vías. La cercanía del núcleo poblador con la institución, como lo venimos sosteniendo, y la capacitación que cobijara no solo la policía, sino a las comunidades en general.
Por último, tiene nuestro Director el reto de luchar permanentemente contra la delincuencia de toda naturaleza, lo que le obliga a potenciar la inteligencia y policía judicial de la institución, para fortalecer la operatividad, dando pronta y efectiva respuesta al clamor ciudadano.