Bogotá vivió el Festival Iberoamericano de Teatro, creado por la encantadora y talentosa Fanny Mikey.
También enfrentamos una época electoral, en la que se fortalecerá o destruirá nuestra democracia. Unos actuarán con claridad de conciencia y sabiduría, y otros ignorantes de un estado social de derecho, se dejarán llevar por el incontrolable dominio de sus pasiones irracionales.
Una de las obras seleccionadas para la época de las elecciones es la denominada: “el gran cambio”, integrada por actores de gran reconocimiento nacional, cuyo grupo representativo tomo el nombre de Pacto Histórico.
El Pacto Histórico cuenta con la dirección del actor Gustavo Petro, personaje que en el pasado ha representado algunas obras, no exitosas, como la acción terrorista del M-19 en el palacio de justicia y la Alcaldía de Bogotá.
Hay espectadores que guardan la esperanza de que la obra sea aplaudida, en las próximas elecciones ya que su título “el gran cambio” es sugestivo, con el antecedente de que ha sido inspirada por un pajarito desde el más allá al oído del director.
Sobresalen figuras como Piedad Córdoba, defensora de la dictadura venezolana - iniciada por Chávez y continuada por Maduro- muy crítica de las instituciones colombianas, ella será el motor para el gran cambio, estará acompañada por Roy Barreras (compadre del ex presidente Uribe), Armando Benedetti (investigado por la Corte Suprema de Justicia), Gustavo Bolívar (quien apoya la primera línea), Timochenko (ex comandante de las Farc), y el muy reconocido Alfonso Prada (destacado administrador de los recursos en la gerencia del Sena).
El elenco del Pacto Histórico, para brindar mayor confianza al público, advierte que puede acudir a la obra sin ningún temor, ya que no habrá presencia del Esmad, así podrá aplaudir masivamente a los actores, y si aún no quedaré satisfecho, gozará de la libertad para pegarle un bofetón al actor que no haya sido de su agrado, al estilo del actor Will Smith y el comediante Chris Rock, en la pasada entrega de los Oscar.
El director de la obra, Gustavo Petro, anunció que no participará con su pinta burguesa, zapatos Ferragamo, pantalón y chaqueta de Flannel, para ponerse a tono con el pueblo, con la esperanza de parecerse a los demás, y ser diferente a los oligarcas.
No despreciará a ningún espectador. Si así lo hiciere, no tendría ningún derecho para conquistar su voto. Será como ellos, al menos por momentos, les dirá lo que quieran oír, utilizará repetidamente la palabra pobreza, para recibir masivamente los aplausos.
Los asistentes tendrán un descuento del 15% en sus entradas, si han apoyado el “perdón social” a los hermanos Moreno y la eliminación de las EPS.
Petro al asumir la presidencia, jurará ante una moribunda constitución, como lo hizo el Comandante Chávez, tendrá un invitado muy especial, el Presidente Maduro.
Sin embargo, el abogado y periodista Felipe Zuleta Lleras, observa en su libro Más Allá de la Familia Presidencial: “Petro es un personaje siniestro, inteligente, sí, pero mitómano, egocéntrico y paranoico”.