Las marchas fueron impresionantes, muy decentes, nadie rompió nada, no hubo policías quemados, ni primera, segunda y tercera línea listas para romperlo todo, ni bloqueos de ambulancias con moribundos o mujeres embarazadas, ni vandalismo ni robos a supermercados. ¡Por esa misma razón fueron un fracaso absoluto! Y, no me mal interpreten…
A la izquierda le funcionaron las marchas y, por eso están gobernando, porque tuvieron una dirección que claramente buscaba por las malas el objetivo de crear un caos total. Por eso lo destruían todo, intimidaban a todos y arrodillaban a la policía, ejército y al mismo gobierno. Por esa razón, nuestras marchas fueron un fracaso y quedarán registrados como un hecho anecdótico y así lo reportaron los medios de comunicación como si se hubiera tratado de la jornada del día de no carro o el día cívico ese que se inventó el líder. Y muestran gente comiendo mazorca en familia en un día “cívico” lluvioso con la camiseta de la selección Colombia.
Lo que pasa es que la única forma en que este país se despierta es por las malas, por las buenas nadie reacciona. Siempre serán un fracaso las marchas decentes de la derecha por esa razón. Por eso solo producen la burla del presidente y del congreso quienes vieron tan cordial e inofensivo todo que ¡a los dos días! expropiaron el ahorro pensional de todos vía reforma pensional. Sin agua, luz, salud, pensión… ¿Qué sigue? Y, a nadie le preocupa…
¡Ojo! No estoy diciendo que las marchas deben ser violentas…solo estoy confirmando que a la izquierda le funcionan porque son violentas terroristas. Nuestras marchas jamás serán así y por eso fracasarán como me lo dijo un gran amigo artista.
Y, todo esto pasa mientras la gran preocupación del gobierno es la marca personal del presidente. Crearla y reforzar el culto a su personalidad. Eso simboliza la horrible cachucha con el escudo de armas de Colombia con vestido y corbata. Además, no entiendo por qué el escudo de armas de Colombia aún tiene el istmo de Panamá… Si yo fuera el presidente, escogería para usar, con vestido y corbata, no la cachucha, sino el gorro frigio del escudo de armas de Colombia. Gorro que le daría una imagen gasparinesca inconfundible en azul, blanco y rojo con la letra “eme” inscrita en el centro seguida por el número “diecinueve”.
Hubiera sido maravilloso el día cívico y cumpleaños del líder estrenando ese gorro frigio. Me recuerda cuando el narcotraficante Maduro convirtió su cumpleaños 55 y casi todos de ahí en adelante en fiesta nacional.
En todo caso la auto elevación de un presidente a niveles casi religiosos o sagrados son propios únicamente de regímenes absolutistas y corruptos. Todos los que buscaron caracterizarse Hitler, Franco, Putin, Kim II Sung, Castro, Chávez, Maduro por mencionar algunos empezaron de la misma manera. Tomando todo personal. El que lo critique le cierran las puertas de por vida. Ni hablar de segundas oportunidades… esas son solo para Benedetti, Sarabia y la ideóloga del decrecimiento.
Solo escuchan a quienes los alaban su groupie… el resto no existimos en Colombia.
Juanfelipereyes@hotmail.com