El mal menor | El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Junio de 2022

Los que teníamos la esperanza que Fico Gutiérrez pasara a la segunda vuelta hemos quedado muy preocupados por la suerte de nuestro país. Esto no es para jugar, llevamos más de 200 años en la construcción de la República y tratando de consolidar una democracia, que de manera alguna se ha logrado pese a los errores y fatiga de los partidos, de los gobernantes y políticos. Pero también son muchos los aciertos y beneficios alcanzados para mejorar la calidad de vida de la nación.

Colombia ha sido un modelo ejemplar de estabilidad democrática, aun con la violencia que hemos sufrido desde décadas anteriores a raíz de la guerrilla, los paramilitares, el narcotráfico, la delincuencia organizada y la corrupción. De verdad que han sido muchos los males vividos por el país, sumada la desigualdad social, los desplazamientos, la pobreza y abandono de ciertos sectores. Pero aun con ello Colombia ha avanzado, somos uno de los países con el mayor crecimiento económico en el continente, el país que mejor manejo dio a la pandemia sufrida, su población goza de cierto nivel cultural y educativo, somos gente creativa y de iniciativa…En fin, el colombiano tiene cualidades admirables y envidiables.

Por eso ahora que han pasado estas elecciones nos encontramos en una disyuntiva y es por quien votar en la segunda vuelta 2022. O bien por Gustavo Petro el líder del Pacto Histórico, un hombre de comprobada procedencia delictiva y antisocial, con ímpetus megalómanos e ideas populistas, con un abultado prontuario, ideas y propósitos absurdos y extremos. O bien por el ingeniero Rodolfo Hernández, un septuagenario largo casi ochentón, con personalidad autoritaria y poco respetuoso del acontecer político, que si bien tiene un postulado loable de acabar con la corrupción y controlar el gasto de funcionamiento del Estado, preocupa su relación política con el Congreso, porque de no moderar su lengua, se podría abocar en el caso de salir electo a un Parlamento contrario que le impedirían un desempeño efectivo de su gobierno.

Desde luego que no hay persona perfecta y como lo diría Jesús, “el que esté libre de culpa que tire la primera piedra”. Este par de hombres de los cuales uno de ellos será nuestro próximo presidente, tiene en vilo al país, pues con ideas diferentes cualquiera de ellos representa una gran incógnita, pues Petro ha anunciado medidas nada convenientes a la estabilidad y a la democracia. De la otra parte el ingeniero cuenta con unos planes que serían convenientes, pero con un estilo que podría generar choques e ingobernabilidad.

Visto lo anterior no queda más que escoger entre estas tres opciones: 1, la abstención, 2. Petro o 3. Rodolfo. Las tres muy difíciles, pues abstenerse es dar el voto a Petro; votar por él es dar un salto al vacío; y escoger al Ingeniero es un factor X. Sin embargo, de las tres, la última aunque riesgosa, sería el mal menor. Estamos entre la espada y la pared.

arangodiego@hotmail.com