Lina María Pérez, mujer inteligente, romántica, narradora, bogotana con ancestros antioqueños, prolija como fluida, nos vuelve a sorprender con su nueva obra, “Fiesta de ovejas descarriadas”, en la que incluye trece cuentos cortos.

Reconocida nacional e internacionalmente, por haber obtenido numerosos premios: Premio Internacional de cuentos Juan Rulfo en Francia en 1999, y el XXXII Premio Internacional de Cuentos Ignacio Aldecoa, España 2003. Su cuento “Sonata en mí” obtuvo el Premio Nacional Pedro Gómez Valderrama en el 2000, relato que fue seleccionado para el cortometraje del Festival Cannes 2014.

Lina María, con extraordinario estilo literario, introduce al lector en su obra: “Los personajes no saltarán de sus páginas para hostigar a los lectores. Todo lo contrario: asombrarán con guiños ingeniosos. Testarudos y avivatos, ya triunfaron en su terquedad por existir. Se confabularon, y en una fiesta aprovecharon mi imaginación y mi curiosidad, siempre alertas punzantes, para conmoverme con sus voces y voluntades”.

Inspirada en El Principito, que preguntaba por el significado de su dibujo, que no comprendían los mayores, porque sólo exclamaban: “es un sombrero”. Entonces Lina María suelta sus amarras para navegar en su imaginación, escribiendo uno de sus cuentos “Hombre con sombrero”.

“Este hombre clava su mirada sobre todas las personas sin importarle lo fastidioso que puede ser… No se lo quita nunca ni donde las normas de educación lo exigen…Su amiga alborotada por la curiosidad lo vigila sigilosamente, descubre una verdad fascinante. Bajo su sombrero habitan cientos de personitas ruidosas, y casas, jardines y castillos pequeños, y un grupo de flautas tocando una música azul, un bosque de árboles que bailan, miniaturas de montañas rosadas, ovejitas con piel de terciopelo, un montón de paraguas que odian la lluvia, dinosaurios del tamaño de los picaflores, tres jirafas con melena de león, y cinco lunas color morado…”

Si los seres humanos quisiéramos conocernos a nosotros mismos, deberíamos dejarnos llevar por la fantasía de Lina María, para descubrirnos traspasados por mil espadas de música dolorosa y desesperada.  

Su espíritu romántico brota en “El Inmortal”. Aquí habla su corazón, recordando un amor, “conocernos fue una explosión de universos… No tuvimos que hablar, bastaron miradas y sonrisas, y ¡bum! La comunión perfecta, el big bang de dos almas extraordinarias…De sus manos, de su piel, de sus ardores alientos retoñe en una rosa blanca y delicada...”

Con su mágica premonición también se adelanta a la anunciada crisis climática, “Hasta Nueva Orden” nos hiere mortalmente en nuestros huesos y vísceras, advirtiendo: “De repente, tengo la impresión de que la superficie terrestre se convertirá poco a poco en un espacio totalmente desprovisto de aire. El edificio de la Biblioteca Nacional parecía flotar en el aire hirviente, y las luces ilusorias fraccionaban las sombras calcinándolas como una radiografía en llamas. Los espejismos de los árboles me hacían alucinar. Calculaba que necesitaría siete vidas.”

Así son sus cuentos, cortos y sencillos, donde nos muestra personajes atrapados en situaciones extremas dentro de sus ritos rutinarios.