Hoy, después de tres años de investigación, escritura y detallada edición, presento a mis lectores mi primera novela, “El sembrador de mariposas”; impresa por Editorial Planeta, bajo su sello EMECE.
Fueron tres años de trabajo maravillosos porque, para mí, escribir es acercarme al cielo. Es zafarme de lo cotidiano y lo obtuso del diario vivir. Es entrar en un fantástico trance creador que, poco a poco, me permite dar vida a los personajes, eventos y lugares de mi novela.
Yo deseo que ustedes, al leer “El sembrador de mariposas”, experimenten la misma sensación de placer y escape del ajetreo diario que yo sentí al escribirlo.
Mi propósito fue lograr una novela que jamás dejara de sorprender. Donde cada capítulo y cada personaje atraparan, más y más, al lector. Que le fueran creando una sensación de intriga y premonición, y la certeza de que los hermosos paisajes descritos en ella, son solo un camuflaje que oculta lo que está por ocurrir.
¿Qué está realmente pasando entre los personajes? ¿Quién miente? ¿Qué ocultan? Es así como, a medida que usted pasa las hojas, comienza a sentir una sensación de inminente zozobra, semejante a cuando se camina al borde de un hermoso precipicio, el cual, a pesar de su hermosura, jamás deja de atemorizar.
Busqué que el lector se sintiera retado a encontrar pistas, dijéramos, piezas, como las de un rompecabezas, para vaticinar o apostar sobre los posibles desenlaces de la trama.
Quise compartir con ustedes algunos lugares fascinantes que he conocido; Cartagena, La Candelaria, joya colonial de Bogotá, y en Jordania, el desierto del Wadi Rum y la ciudad rosa, la deslumbrante Petra, centro de las caravanas de camellos que comerciaban, en el Cercano Oriente, piedras preciosas, mirra e incienso, siglos antes de Cristo.
En la Sierra Madre, en Michoacán, México, ustedes podrán compenetrarse con los arreboles de colores y la sinfonía de alas que causan millones de mariposas monarcas, durante su estadía en estos bosques. Aquí vienen a aparearse desde Alaska. Su vuelo de más de 5 mil kilómetros es una de las más fantásticas migraciones que nos ofrece la naturaleza.
Según Plinio Apuleyo Mendoza, “El sembrador de mariposas” es una novela que: “Está muy bien construida, los personajes bien definidos, los lugares donde se desarrolla muy bien descritos y la trama resulta apasionante”.
Hoy los invito al conversatorio sobre la novela, que tendré esta tarde, (14 de septiembre), con la destacada periodista Ana Cristina Navarro, en La Fiesta del Libro y la Cultura. Hora: 6:30. Lugar: Orquideorama, Salón Humboldt. Entrada gratis y abierta al público.
Coda: La revista Jet Set, que está en circulación, tiene como portada a un joven que inmediatamente capta la atención por su agradable presencia. Se trata de Pedro Santos, hijo del exvicepresidente Francisco Santos. Pedro, con solo 22 años, impresiona por la dignidad con que manejó el desagradable trino de su primo, Martin Santos, hijo del Presidente. Martin, pretendió humillar al padre, insinuando la homosexualidad de su hijo. El gran corazón de Pedro, que permea todas sus respuestas en la entrevista de Jet Set, es un ejemplo de tolerancia para todos. Bien por Pedro y su familia, ¡qué bello el respeto y unión que hay entre ellos!