El día de ayer fue elegido el 97° Presidente de la República. ¡Sí! El nonagésimo séptimo, ha leído bien. Resulta que, si contamos desde 1819, tanto a los presidentes electos, como a los designados a la Presidencia de la República (en alguna época hubo hasta tres seguidos del Procurador General de la Nación, ocupando Bartolomé Calvo la presidencia por ostentar ese cargo) y, en el Gobierno de Reyes se determinó que el orden de sucesión estaba integrado por los ministros y por los gobernadores de los departamentos en orden de proximidad a la capital de la República: Cundinamarca, Quesada, Boyacá, Tundama, Santander, etc., que eran unidades territoriales existentes durante ese quinquenio.
A propósito del quinquenio, Reyes terminó un año antes su gobierno, no es que se haya extendido en el cuatrienio. Hemos tenido períodos de dos años, de cuatro años, de seis años y, hasta dos ochenios, Uribe y Santos.
Cuando se elige un nuevo mandatario, siempre se dice que asume “El Solio de Bolívar”, así que desde ayer tenemos a un sucesor del Libertador, quien, no contó con herederos forzosos, aunque, “hombre de carne y hueso”, como lo definiera Antonio Cacua Prada, pues no era “ni infecundo, ni estéril”, tuvo cerca de una docena de hijos, entre ellos, con Teresa Lisney tuvo a Flora Tristán (casada con Mariano Tristán, un coronel del ejército español de sesenta años, quien era estéril y con el que “procreó” al pintor Paul Gauguin); con Lucía León al sacerdote Secundino Jácome; con Margarita Camacho de Benalcázar, de Piedecuesta, Santander, tuvo un hijo y, sus nietos, Antonio y Manuel Camacho, reconocieron su ascendencia en una carta fechada en Quito, el 11 de mayo de 1828 y que enviaron a don Rafael María de Guzmán; con Ana Rosa Mantilla tuvo a Miguel Simón Camacho; con la boliviana María Costas tuvo en Potosí a José Antonio Costas; con Juana Eduarda de la Cruz tuvo al niño Socorro Bolívar; con una campesina de Trujillo, Perú, tuvo a Inés Berbesí; con otra campesina tuvo una niña en Túquerres, Nariño; de mujer desconocida, también nacería en Mulaló, Valle, su hija María Josefa Cuero; con una “atractiva moza”, engendró luego de la batalla de Bomboná a su hijo Ángel Bolaños; y, en Otavalo, con Trinidad Zambrano procreó a Dolores Casimira Zambrano.
Se suman a estos hijos del Padre de la Patria, Engracia Salinas, hija de Jerónima Salinas; Rudecindo Caycedo y Mosquera, hijo de Pancha de Mosquera; otro niño cuya madre fue Paula Vallejo Guerrero; de una muchacha de apellido Jarrín tuvo otro hijo en Ecuador; de Joaquina Garaycoa tuvo un hijo con problemas de retardo infantil; con una morena de apellido Orlaca, tuvo a Manuel Ortega; con otra joven apodada “la libertadora” tuvo en Cuenca a Juan Antonio Fernández; con otra campesina de Ecuador engendró a un niño llamado Rodas Ayacaba; en Quito nació su hija María; en Guayaquil engendró con María Magdalena Arrieta y Chatar a José Manuel Perú Arrieta, quien nació en Pisco y, en Samborondón nació tal vez su última hija, llamada Simona.