Más allá de que Elon Musk no necesita más dinero, vale la pena contar un cuento sobre por qué demandó a OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT y sobre ¿qué implicaciones mundiales puede tener esta pelea de pesos pesados?
Los combates entre las grandes corporaciones no son muy emocionantes. Al menos no en la mayoría de los casos. Sin embargo, por estos días surgió un conflicto más que interesante y que parece lejano, pero nos puede involucrar a todos (aunque suene algo pretencioso).
Resulta que, Elon Musk dueño de Tesla y Twitter (por siempre será Twitter) demandó a OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, alegando que esta corporación se salió de todos los límites y comenzó a “amenazar a la humanidad”, con los alcances y usos que puede tener su herramienta.
Los cables de las agencias de noticias rezan que, Musk presentó la demanda la semana pasada contra OpenAI, el CEO Sam Altman y el presidente Greg Brockman, alegando que “la startup se había desviado de su misión de construir una IA responsable y que se había convertido en una empresa en deuda con Microsoft Corp, su mayor inversor”.
Por supuesto, OpenAI salió al corte con una defensa más que vehemente. En su blog corporativo nada más y nada menos que utilizó los propios correos electrónicos del multimillonario para demostrar que el buen Elon respaldaba los planes de la empresa de convertirse en un negocio con fines de lucro y que insistía en que recaudara “miles de millones” de dólares para ser relevante en comparación con Google.
“Estamos tristes de haber llegado a esto con alguien a quien admiramos profundamente, alguien que nos inspiró a apuntar más alto, luego nos dijo que fracasaríamos, fundó un competidor y luego nos demandó cuando empezamos a hacer progresos significativos hacia la misión de OpenAI sin él”, dijo la compañía en el post.
Mientras que OpenAI quiere llevar la discusión por el lado del dinero y que toda esta parafernalia montada por Elon Musk no es más que una treta para que paren su “imparable” desarrollo, el magnate quiere llevar la discusión por un ámbito más humanístico y profundo. Quiere que el debate se centre en “el aporte a la humanidad”.
Ni por un segundo se nos cruza por la cabeza que uno de los hombres más ricos del planeta esté preocupado por el beneficio de la humanidad. Ni más faltaba. Seguramente existe una razón de negocio y económica para montar esta entelequia legal. Pero sí existe un punto que puede ser interesante.
Según el experto Geoffrey Hinton, “en este momento los sistemas de IA no son más inteligentes que nosotros, pero creo que pronto lo serán". Es tiempo que todos demos el debate sobre el aporte de la Inteligencia Artificial a la humanidad. Diría mejor que a la cotidianidad. Porque comienza a ser cansón vivir bajo la amenaza constante de una tecnología te dejará sin trabajo. No olvidemos que por más que quiera, a la Inteligencia Artificial no le da hambre, ni se enamora. Mientras que no lleguen a ese límite no tendrá cómo ganarles a los humanos.