En jaula de oro | El Nuevo Siglo
Jueves, 17 de Mayo de 2018

El asunto Santrich mas allá de un gesto humanitario por parte de la Iglesia Católica, quienes a solicitud del gobierno, acogieron en su pastoral penitenciaria al exguerrillero hoy sindicado de narcotraficante Jesús Santrich, para brindarle supuestamente mejores condiciones de recuperación luego de abandonar 37 días de huelga de hambre.

Santrich en una decisión audaz se puso en protesta suicida y esto ha sido tomado como una hábil estrategia para eludir su detención carcelaria y por supuesto la inminente extradición a los Estados Unidos, donde lo juzgarán y probablemente lo condenarán a cadena perpetua como a su compañero Simón Trinidad.

Analistas indican que para este hombre acostumbrado al riesgo y a jugar con su vida a lo largo de muchos años de ilegalidad, inmolarse y pasar a victima podría ser mas honorable, que la humillación de una prisión perpetua norteamericana, con grilletes en pies y manos, traje naranja y posterior olvido.

Algún día moriría sin pena ni gloria, en cambio morir inmolado sería un acto de sacrificio como los samuráis, que se hacen el seppuku para elevar su dignidad, además creando una situación muy complicada para el gobierno y posiblemente rompiendo el proceso de paz, como lo anunció Iván Márquez, entonces Santrich se convertiría en un símbolo de la rebelión.

El asunto ha tomado otro camino, Santrich desistió de esa estrategia, pues en el fondo es un burgués lleno de dinero y se sospecha que su fuga podría darse vía Venezuela camino a Cuba como destino final, ahí con su plata, sus contactos con el cartel de Sinaloa y protegido por ese gobierno, podría tener un fin mejor que en una prisión norteamericana de por vida o muerto por inanición.

Las criticas a la iglesia y al gobierno se dieron desde el propio fiscal general de la nación, los partidos políticos, los candidatos presidenciales y la opinión pública. Nadie está de acuerdo, entre ellos varios altos miembros de la misma iglesia, pues la recuperación de Santrich se ha podido dar y en mejores condiciones en el mismo hospital o en la celda, como muchos de los llamados a extradición que se encuentran en diferentes cárceles.

¿Por qué a Santrich se le brinda ese tratamiento especial? La gente no lo entiende ni acepta. Este hombre de oscuro pasado incurrió en el grave delito de narcotráfico y las pruebas son claras y suficientes, debe ser extraditado, tremendo error del gobierno colocarlo en jaula de oro, mientras miles de colombianos encarcelados sufren en las prisiones. No hay derecho que se tengan privilegios con algunos presos, el delincuente siempre es delincuente.

Cada acción como esta hace perder más la credibilidad en el proceso de paz, las Farc continúan narcortaficando y lavando su dinero, nunca han sido sinceros, solo han querido volver a la legalidad para mantenerse como políticos y combatientes, su meta es apoderarse del país y su ambición ilimitada. Santrich es ejemplo vivo de como piensan y actúan los demás. La olla sigue destapándose y el fiscal está en eso, la patraña de las Farc terminará derrumbándose.

arangodiego@hotmail.com