Epidemia revocadora | El Nuevo Siglo
Viernes, 6 de Enero de 2017

Empezó el nuevo año con un afán desconcertante, por parte de quienes quieren revocar mandatos, sancionar a los parlamentarios y otros cambios que nadie entiende.

Las redes sociales están atiborradas de trinos que llaman a la gente a respaldar con sus firmas la revocatoria del mandato del Alcalde de Bogotá, reducir el salario de los parlamentarios y muchas cosas más.

No les gusta la forma como gobiernan y legislan, a pesar de que las encuestas dicen otra cosa. Hay revocadores que ayudaron a elegir, pero ahora quieren sacar a sus ex amigos. ¿Ausencia de contratos?

Dicen que, en el caso de Peñalosa, el que está por detrás de la revocatoria es Petro. Hay que recordar que el exalcalde atestó de tutelas los juzgados para burlar la ley. ¿Por qué no le gustará la labor de su sucesor si él se caracterizó por hacer nada durante 4 años?

Otros alcaldes de capitales, como Bucaramanga y Pereira, han caído en desgracia por no dar privilegios a sus amigos de antes. Claro que hay muchos que si merecen ser revocados, por malos y corruptos.

Es increíble el manejo que da la Registraduría a las solicitudes de revocatoria. Sin más ni más, otorga vía libre y los revocadores inician la recolección de firmas. Y la gente aporta su rúbrica, sin analizar la labor del funcionario.

Eso ocurre porque los electores votan sin analizar su sufragio y sin corroborar las capacidades de las personas por las que votarán. Unos lo hacen por odio a otro u otros candidatos con más posibilidades; y luego se arrepienten.

Ese es el vicio mayor que se registra en las votaciones, desde que este país se polarizó, desde que aparecieron la mentira, el engaño, la propaganda negra, la falsedad.

Eso ocurrió con la votación del Plebiscito de octubre, por fortuna repudiado por el Consejo de Estado y por la sociedad. Por los ciudadanos de bien que repudian a los politiqueros deshonestos, a quienes no les importa falsear la voluntad popular.

Estas prácticas son herencia de Goebbels en la Alemania de Hitler, de los que engañaron a los ingleses durante el Brexit y los que diseñaron la campaña de Trump.

Las autoridades electorales, el Gobierno, el Congreso y la justicia, como poderes autónomos, deberían hacer un frente común contra estos vicios, si queremos seguir en democracia.

BLANCO: Las ferias y fiestas que aún quedan para que los colombianos puedan gozar del recuperador descanso y las reconfortantes vacaciones.

NEGRO: Viajar al exterior con escala en Barranquilla. El Ernesto Cortissoz no tiene tecnología para trasladar maletas de una aerolínea a otra, ni comodidades para los pasajeros en tránsito.

gabrielortiz10@hotmail.com