Ernesto Rodríguez Medina | El Nuevo Siglo
Sábado, 8 de Noviembre de 2014

 

El posconflicto

 

Formamos parte del grupo de colombianos que estamos convencidos de que la paz con las Farc se va a firmar. Por eso vemos con optimismo el desarrollo de las conversaciones en La Habana. Hay que ser realista y apreciar que tanto el presidente Juan Manuel  Santos como los dirigentes y negociadores faracos, están jugando sus "restos" y ninguna de las partes tiene opciones diferentes que los haga quedar bien con la historia Ellos saben, además, que si se levantan de la mesa sin resultados tangibles que acaben con el desangre de 50 años, compartirán un futuro político poco halagador.

Firmada la paz estructural lo que quedaría era la posibilidad de violencias focales a cargo de unas Bacrim que deberán ser confrontadas en forma adecuada. Ha sido un error encargar a la Policía Nacional del sometimiento de estas últimas porque no tienen ni las armas ni la experticia para hacerlo. Se deberán combatir militarmente, con una especie de Guardia Nacional tipo EE.UU.

Conscientes de lo diseñado hasta el momento hay que preparar, en forma integral y profunda, un nuevo Estado para el posconflicto. Que debe modernizarse en institucionalidad en todos los niveles y en programas de acción que consulten los nuevos escenarios. Una cosa es Colombia en medio de la violencia y otra Colombia en paz. Y deberíamos comenzar por remodelarnos, todos nosotros, mentalmente. Debemos aprender a enfriar nuestra sangre ligera...

Es buena idea ir recolectando plata para el posconflicto y la paz, pero un buen administrador primero parte de un diseño, esto es, qué se pretendería hacer, y luego sí habría que enfocarse en cuantificar cuánto es y buscar fuentes de recursos. Por lo pronto se están buscando ya, sin tener claro cuánto es, y mucho menos en qué se pretenderían gastar.

Uno podría pensar que la plata será para llevar Estado a las regiones donde operan las Farc, pero este es un término muy amplio que da para todo. ¿Será llevar una escuelita y un médico recién graduado haciendo su rural? ¿Construir casas gratis para los guerrilleros reinsertados? ¿O debiera ser más bien desarrollo integral, por qué no incluso creando ciudades completas con todos los servicios y posibilidades de progreso empresarial y generación de empleo, como en su momento han hecho otros países como Brasil, o en casos más recientes la China? Es preferible una urbanización ordenada que lleve la ciudad a estas zonas, y no una urbanización desordenada que hace que las ciudades actuales sin infraestructura ni capacidad para ello continúen recibiendo desplazados en sus semáforos; y de paso, desde esos polos de desarrollo generar servicios y soporte para esas vastas zonas rurales acercando el país moderno a ellas.

 

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Adenda

Todos nosotros deberíamos comenzar por prepararnos para convivir sin estar convencidos de que la paz llega porque nos tocó tragarnos unos inmensos sapos. Debemos admitir que si esa paz llega es necesario apuntalarla para que perdure y no sea simplemente coyuntural. Y sobre todo, aprender a perdonar en nombre propio y de los millones de víctimas inocentes del atroz y fratricida conflicto medio centenario.

ernestorodriguezmedina@gmail.com