Estamos con Lina | El Nuevo Siglo
Miércoles, 19 de Agosto de 2020

Lina Moreno Mejía se ha caracterizado, desde siempre, por su prudencia, sencillez y tranquila elegancia en todos sus actos. Eso dicen de ella, sus compañeros de colegio y Universidad cuando estudiaba Filosofía. Igual dicen quienes la acompañaron durante sus años de noviazgo con el estudiante de derecho Álvaro Uribe Vélez y luego en la vertiginosa carrera política de este, la cual lo llevó a la Alcaldía de Medellín, Gobernación de Antioquia y a la Presidencia de la Republica el 2002 y 2006.

Mucho ha pasado en la vida de Lina, pero ella sigue siendo la misma. No la cambiaron, ni los triunfos y honores recibidos por su marido, ni tampoco las duras traiciones, ni la persecución contra él orquestada por las guerrillas de las Farc y sus amigos, nacionales e internacionales, antes y después del acuerdo de la Habana. Ella es, y con toda seguridad continuará siendo, una persona ecuánime. Eso la convierte en la roca en medio de la tormenta.

Sucede que Uribe Vélez, durante su carrera política, especialmente durante sus 8 años como presidente, estuvo a punto de acabar con las Farc. Y, eso jamás se lo perdonarán los narcotraficantes. Contra él engendraron un odio macabro, que les come la piel y les quiebra los huesos.

¡A un enemigo tan capaz y dedicado, hay que acabarlo! ¡Hay que destruirlo a lo que dé! Sus enemigos comprendieron, que, para tal efecto, deberían reclutar a jueces, profesores, estudiantes, militares: quienes[MCO1]  fuera necesario y se prestaran, por motivos políticos u otros menos “pulcros”.

Entonces, comenzó la campaña más miserable de desprestigio contra el expresidente. A Uribe se le han inculcado cuantos crímenes han sucedido en el país. Los atroces “falsos positivos”, en lo que no tuvo absolutamente nada que ver, los crímenes de los paramilitares y todo el malvado inventario creado por sus enemigos. Con la astucia y los dineros amasados por ellos del narcotráfico y los secuestros, estos criminales montaron una eficaz campaña de calumnias y exterminio contra Uribe Vélez.

Hoy, Lina Moreno enfrenta quizá el mayor reto de su vida. Ese presentimiento que ella expresó el último día de gobierno de su marido, cuando dijo: “A Álvaro le van a cobrar muy caro lo que hizo por este país en ocho años”, se ha cumplido. Lina y su familia afrontan la pérdida de libertad del expresidente, dictaminada por la Corte Suprema de Justicia, antes de ser juzgado, en un caso plagado de sospechosas irregularidades. Por la manera como dicha Corte ha actuado, parece ser claro que la debida presunción de inocencia de Uribe Vélez ha sido destruida y su caso ha sido prejuzgado.

Con la sensibilidad que la caracteriza, Lina ha escrito una carta en defensa de su marido. Habla de su dolor, de los jueces que, como todo ser humano pueden ser “influenciados”. Se apoya en la filosofía que ama para expresar su rechazo al odio que se ha tomado a Colombia. Es una carta digna y muy personal.

Más, la izquierda y sus áulicos ya enfilaron sus cuchillos contra ella. La insultan en los medios y en las redes sociales, con su acostumbrada bajeza y sevicia. Usan todos esos epítetos que les gustan tanto.

Pues, que quede claro, Lina Moreno no está sola, las mayorías estamos con ella.   

 INSTAGRAM-m.claraospina

 [MCO1]