A propósito de la columna hiperrealista del escritor Mario Mendoza sobre su otrora ídolo de barro me parece que el periodista y detective Frank Molina, ese personaje icónico que transmuta en sus novelas lo desinformó totalmente acerca de quién era Aureliano.
Si coincido en que no debe ser fácil hacer un perfil del presidente, pero no porque él mismo se encargue de desdibujarse, sino porque todo en él es irrealismo mágico, vapor, abstracto, turbio y en últimos macondiano.
Por rigurosidad y respeto conmigo mismo jamás perdí mi tiempo leyendo nada sobre Aureliano y menos su autobiografía… En cambio, sí prefería leer La melancolía de los feos, Akelarre, Diario del fin del mundo y otras fantásticas novelas de Mario Mendoza.
Ese lugar común para Gabo y Aureliano y que tuvo lugar en ese colegio en Zipaquirá no debió ser otra cosa que la egolatría y narcisismo y que los terminó llevando a crear personajes sobrevalorados de ellos mismos.
Confiaba mucho en la información que entregaba ese degenerado ser humano pero efectivo periodista y detective Frank Molina… hasta que leí esa columna de su Gepetto. No creo que Aureliano haya fundado ningún club de lectura en su vida. Tampoco creo en su fe en la utopía ni que haya sido víctima de torturas brutales en la cárcel sino más bien las haya producido durante su paso por el grupo terrorista M-19. Tampoco fue un congresista sobresaliente. Fue un congresista que demostró que no le gusta el Estado de Derecho. Basta con revisar Congreso Visible y darse cuenta de que la mayoría de sus iniciativas -que jamás fueron leyes sino meros proyectos de ley- siempre buscaron la reforma de la constitución de 1991 o el indulto para favorecer a delincuentes y terroristas disfrazados de delitos políticos, rebelión, sedición, asonada, conspiración o eliminación del ministerio público.
Jamás le interesó sacar al colombiano del supuesto analfabetismo funcional…Así que tantos años de congresista tampoco le sirvieron para atribuirle una reputación intachable sino más bien oscura como el color del video en la noche de las bolsas con dinero.
¿De dónde sacó Frank Molina que era un intelectual serio? Eso creyeron muchos… ¿Solo porque supuestamente se refería a Toni Negri o Michael Foucault? Eso explica que cuando uno se refería al peligro del engañabobos como lo llamé en una columna en tiempos electorales, me daban a entender que el bruto era yo y que mi inteligencia no era superior como la de los que si lograban entender esos discursos llenos de inferioridad racial imaginaria, blanquitos vs. negritos, ricos vs. pobres, feos vs. bonitos y mucho alcohol y café… y por eso en vez de Toni Negri se le entendía T. Negroni…
¿Además por qué concluye Frank Molina que la derecha es mafiosa e ignorante? … y responsable del tal analfabetismo funcional…
Tal vez querido Mario llegó la hora de jubilar a Frank Molina… Te informó desde una orgía o un exorcismo, drogado y borracho… como le gusta vivir al detective… y eso explica por qué toda la información que te dio está totalmente errada…
Juanfelipereyes@hotmail.com