Desde enero, cuando se inició la estrategia para restablecer la democracia en Venezuela, ha habido tres graves defectos y frustraciones:
1. No haberle dado apoyo militar externo a la operación de ayuda humanitaria del 23 de febrero mediante el principio de ‘responsabilidad de proteger’, y
2. No haberle dado apoyo militar externo a la Operación Libertad del 30 de abril mediante la figura de solicitud de intervención legítima contemplada en el art. 187 de la Constitución.
Ahora se está ante un tercer momento estratégico que puede convertirse en otra oportunidad perdida o, por el contrario, en el momento decisivo.
Se trata de la puesta en escena de la ya vieja constatación de que la dictadura promueve el terrorismo en Colombia mediante una alianza con el Eln.
El primero en ponerlo en la agenda, con lujo de detalles, fue el embajador Ordoñez, en la Oea, durante la semana pasada.
Luego lo hizo el Canciller, en Perú, valiéndose de la declaración del Grupo de Lima.
Y también el Presidente lo sentencia al afirmar que Maduro “... ha sido un promotor, un financiador y un auspiciador de Eln. Los grandes cabecillas del Eln están en territorio venezolano. Él les ha venido dando armamento, dinero y apoyo”.
Frente a semejante situación crítica, L. Almagro, Secretario de la OEA, ha sido absolutamente explícito: sin "operaciones" específicas "nadie" va a detener en Venezuela a la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional.
A tal punto, que el propio presidente Guaidó ha llegado a confirmar que es el momento para que la Fuerza Armada “... luche contra esa ocupación irregular en el territorio”.
Pero, yendo aún más lejos, él agregó que instruyó a su embajador ante EE.UU, C. Vecchio para “... que se reúna de inmediato con el Comando Sur a fin de establecer relaciones directas en materia de cooperación” (léase intervención solicitada).
En consecuencia,
1- ¿Se arruinará este tercer momento clave si Presidente y Canciller continúan pidiéndole (explícita o implícitamente) al embajador Ordoñez que “rectifique” alguna afirmación de su discurso, agrietando con ello la estrategia?
2- ¿Se perderá la oportunidad de intervenir llevando el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU (como lo ha anunciado Duque) a sabiendas de que Rusia y China, como aliados de Maduro, bloquearán cualquier proyecto de Resolución favorable?
En conclusión, ¿se perderá el momento de unir:
a- Las ideas sobre intervención legítima expresadas por Almagro, Bolsonaro, Pompeo y Guaidó, con
b- El nuevo escenario en el que Maduro aparece con toda nitidez como promotor del terrorismo, para dar, de una vez por todas, el salto estratégico victorioso?