La victoria de Colombia contra Brasil congregó entre 19 y 21 millones de usuarios en diferentes plataformas viendo el partido. Ninguna novela, ninguna serie, ningún concierto logró congregar tantos televidentes delante de la televisión. El fútbol volvió a mostrar su lado todopoderoso.
Ahora, no todo el fútbol. Que se entienda bien. El único fútbol que congrega tantos usuarios es y siempre será el fútbol de Selecciones. Por supuesto, un partido entre la Selección Colombia y cualquier Brasil (así sea, así de regular) siempre tendrá buenos números de interacciones y de rating. Pero los patrocinadores, los que ponen la plata, vuelven a tomar notal.
El punto central es que la industria del fútbol comienza a buscar nuevos modelos para ser sostenible en un entorno más que retador. Las nuevas generaciones no aguantan 90 o 100 minutos de atención en un partido, ni siquiera estando en el estadio. La generación millenial comienza a invertir en otras cosas más formales. Y ya otras generaciones están bajando a los consumos de eventos en vivo.
El modelo de tener partidos de fútbol en vivo y en directo, los siete días de la semana, las 24 horas del día, comienza a decaer. Entre que los jugadores están participando en casi 90 partidos en un año (y sí son profesionales y les pagan, pero no son robots) y que la gente tiene que trabajar, el fútbol de nicho o de clubes se está deteriorando cada vez más rápido.
Pero los popes de la FIFA si algo tienen es que se saben adaptar a las distintas eras. En esta era de celulares, interacciones y videos cortos, los usuarios encuentran en el fútbol de selecciones historias más cercanas. El fútbol de clubes siempre ha sido para aficionados, que sí es un segmento masivo. Pero no es tan masivo si se compara con el fútbol de Selecciones.
Hagamos una comparación sencilla. ¿Cuántas interacciones se generaron en la reciente final de la Liga colombiana versus la cantidad de interacciones que se generaron en el partido de Colombia y Brasil? Puedo asegurarles que hay una diferencia casi triplicada en favor del evento de selecciones. Y es fácil de explicar.
Mientras el fútbol de clubes cada vez se está achicando en cuanto al alcance de nuevos consumidores; el fútbol de Selecciones atrae a ese público que no es muy afín al deporte de forma cotidiana, pero que sagradamente se pone la camiseta de su país para los eventos importantes, como partidos de eliminatoria. En realidad, es una cuestión de cifras.
Por eso, la FIFA que realmente no tiene un pelo de tonta está organizando cada vez más partidos y cada vez más torneos que congreguen selecciones. Esto traerá un conflicto gigantesco con los clubes de fútbol que al final son los que realmente pagan los sueldos astronómicos de los jugadores. Pero esa colisión será tema de debate en los próximos meses.
Lo cierto es que, en la vida real, solo el fútbol de Selecciones prevalecerá en el largo plazo. Porque tiene algo que el fútbol de equipos no podrá tener: congrega a casi todos al frente del viejo y querido televisor.