Ya empiezan a estar un poco más claras las cosas con miras a las elecciones del próximo año. Después de la ruptura entre César y Alejandro Gaviria, porque este último decidiera asistir al “cónclave” de la Coalición de la Esperanza, ya se perfilan cuáles serán las consultas interpartidistas de marzo. Por esto surge el interrogante ¿Podrá la opinión ganarle a la maquinaria en las elecciones legislativas?
Por un lado, tendremos la consulta que han denominado “De la Experiencia”, en donde confluyen el Partido Conservador, La U, parte de Cambio Radical y seguramente veremos aterrizar al partido Liberal y a simpatizantes del uribismo. Por el otro, está Sergio Fajardo, que tiene estructuras de campaña organizadas; Juan Fernando Cristo, que sabe mucho de política y maquinaria pero no es la figura que jalona; y Alejandro Gaviria, que no tiene más votos que los de opinión y algunos de los verdes que no se han ido con Petro.
Esas dos coaliciones son las opciones políticas que hoy se ofrecen para aquellos que definitivamente no quieren un gobierno de Gustavo Petro. Como se da casi por descontado que este llegará a segunda vuelta, la pregunta que queda es ¿Cuál de las dos coaliciones que se le enfrentan tiene más futuro?
Si bien es cierto que las elecciones presidenciales en Colombia tienen un componente importante de voto de opinión, las maquinarias también juegan su parte. En estos comicios atípicos hay que añadir un elemento que no habíamos tenido tan marcado en el pasado: la importancia de las consultas interpartidistas de marzo. Estas se convirtieron en la verdadera primera vuelta de las presidenciales. El número de votos que saque cada una de las consultas será indicador de la fuerza política que tendrá el candidato que salga elegido de cada una de ellas.
Así mismo, no olvidemos que en marzo también se define la composición del Congreso, elemento clave para la gobernabilidad del futuro habitante de la Casa de Nariño. Por lo que las listas al Legislativo que acompañen a los candidatos que se medirán en una consulta, serán igualmente un jalonador importante de votos para los que van a medirse en la verdadera primera vuelta.
Por lo anterior, el reto para quienes quieren movilizar el voto de opinión es mucho mayor. No se puede despreciar la disciplina de los partidos y la capacidad de los congresistas para mover votos en las elecciones que más les importan: las que los eligen a ellos. Esa es la razón por la que la consulta que conformaron los de la derecha -porque de centro tienen poco, no nos digamos mentiras- tiene un potencial electoral gigantesco que tendrán que derrotar los de la Coalición de La Esperanza.
El reto es movilizar opinión en las principales ciudades del país y demostrar que Colombia sí puede cambiar. Evidenciar, si es posible, que la opinión, incluso en las legislativas, puede más que las maquinarias. Revivir la experiencia de las presidenciales pasadas en donde se demostró con la campaña de Germán Vargas Lleras que no siempre la burocracia gana ¿Será posible que los colombianos voten en las elecciones para Congreso guiados por la opinión más que por las maquinarias? ¡Ya veremos!