General (r.) Luis Ernesto Gilibert V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 19 de Noviembre de 2014

PRISMA

Marihuana terapéutica

Todo  esfuerzo que se haga a  fin de prevenir el  consumo de estupefacientes es válido, la lucha con el paso de los años ha dejado muerte, tristeza y llanto, a más de una historia escrita en medio del horror que día a día viven los adictos al consumo de las diferentes  sustancias, las familias y los mismos narcotraficantes, de manera que el balance no es positivo. Muchos países que iniciaron como cultivadores, pensando que nada pasaba con su pueblo, por creerlo ajeno y marginado  del  delito, pasando  a convertirse por fuerza de las circunstancias en  procesadores y terminaron sin pensarlo ni percatarse en consumidores, esta es la prueba fehaciente de que las drogas no perdonan a quien tenga contacto con ellas, el consumidor se va extinguiendo en el vicio abandonando todo lo positivo que tenga en su entorno, las familias asisten al deterioro de su padre, hijo o hermano, totalmente incapacitadas para ayudarlo u orientarlo y los narcotraficantes, terminan convertidos ellos y sus grupos en victimas del narcotráfico, la mayoría de las veces pagando con su vida todo el mal causado por esta práctica delictiva tan nociva a la humanidad.

Varios países han explorado alternativas para enfrentar la problemática, recurriendo al endurecimiento de las penas, brigadas antidrogas con recursos extraordinarios, alianzas con vecinos golpeados por la misma e inadmisible plaga, hasta se ha pensado en la legalización de su consumo, buscando los Estados intervenir el negocio tan lucrativo que deja su cultivo, procesamiento, producción y venta, para llegar a controlar y dominar el uso de esta sustancias. Los diferentes experimentos han sido debatidos a escala global, teniendo mayor aceptación la legalización encauzada por el consumo y porte de la dosis mínima; como vemos los gobiernos sí tienen en su conciencia la responsabilidad de someter y combatir este flagelo, pero  es muy complicado el asunto; varios países no comulgan con la legalización a ningún costo, otros sostienen  no tener vínculos con el problema,  es decir,  existen muchos, pero muchos intereses en este negocio donde la sustitución de las cabezas dirigentes, se da con exagerada facilidad y agilidad, lo que permite la continuidad del negocio en manos de unos pocos dueños del poder.

En Colombia se está debatiendo una nueva posibilidad, el senador Juan Manuel Galán como es de conocimiento público, presento un proyecto de ley dirigido a permitir bajo prescripción médica, el uso de sustancias alucinógenas prohibidas. La idea va dirigida hacia la marihuana y el debate se inició, de  seguro lloverán detractores y simpatizantes, pero lo importante es que la discusión se adelante sin apasionamientos, ojalá en verdad la marihuana sirva para fines terapéuticos, sería un gran  paso y  nuestro país tan flagelado por esta contaminación, se convertiría en abanderado de otro tipo de lucha contra las drogas ilícitas.