General (r.) Luis Ernesto Gilibert V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 24 de Febrero de 2016

PRISMA

Autonomía en la dirección

 

TERMINAMOS una semana difícil para  la Policía. No vale la pena hacer un recuento de la cantidad de hechos que rodearon el  contexto  y enlodaron la imagen de esta noble y centenaria institución,  tan cara a nuestros sentimientos y al afecto nacional. Duros momentos vivieron  los hombres que coadyuvaron en detrimento institucional, pero la Policía Nacional de Colombia es superior a esas situaciones y seguros estamos que como el ave fénix sabrá recuperar su estatura y prestigio para bien del país y la ciudadanía en general.

 

Tenemos un nuevo Director General,  el Mayor  General Jorge Hernando  Nieto  Rojas,  a quien el Señor Presidente de la Republica tuvo a bien hacer responsable de dirigir los destinos de la Policía Nacional, ante lo cual, desde esta columna  le  deseamos toda suerte de parabienes en su gestión. Sabemos que nuestro novel director tiene una serie de retos muy importantes. El primero, demostrar ante Gobierno y ciudadanía que la institución no sufre de divisiones ni pugnas internas, seguramente se presentan puntos de vista disímiles, que se  debaten con altura, disciplina y respeto pero la configuración piramidal de la institución no permite competencia ni rivalidades, por el contrario invita a trabajar en equipo defendiendo la unidad en el objetivo. El segundo es la recuperación de la credibilidad ciudadana en la policía, valor de imposible medición por representar el principio y fin del servicio, como es la defensa de la vida, honra y  bienes de los ciudadanos. Como tercer reto  seguramente será la lucha contra la corrupción que tanto mal ha causado y que el suscrito identifica como resultado de vulnerar  los protocolos para incorporación, por el afán de cubrir la necesidad de hacer presencia en todas las regiones del país, sacrificando la calidad por la cantidad, determinación que de paso, desbordó el respaldo presupuestal  y la capacidad administrativa policial en sanidad y el nivel ejecutivo, generado otros frentes de atención  al director.

 

Todo lo anterior es un resumen de los problemas, pero sentimos el deber moral de  recomendar al Señor Presidente de la Republica  y al Señor Ministro de la Defensa  que, sin fijarse en lo actual, ni debatir traslados recientes, permitan al Director ejercer el mando con independencia. Es  él   quien debe nombrar o confirmar los directores encargados de conducir las diferentes dependencias que componen el andamiaje administrativo y operativo de la institución e igual debe suceder con  comandantes en las regiones, departamentos de policía  y directores de escuelas. Los nombramientos deben estar sustentados en el conocimiento que al través de los años y la experiencia que tienen sus hombres. Llamamos la atención sobre este tópico, porque en últimas   es el Mayor General Nieto quien debe responder ante el Gobierno, la ciudadanía  y la Patria por la dirección, orientación y manejo de la Policía Nacional  de Colombia.