GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 19 de Diciembre de 2012

Fuero militar mostrémoslo ejemplar

 

Como  todos lo percibimos, fue dura la lucha para lograr aclarar la posición del país,  representado por las Cámaras legislativas de cara al fuero penal militar, los debates no se hicieron esperar y tocaron temas de fondo; eso es bueno pues con una  discusión seria  se logra despejar dudas, fijando supuestos y analizando situaciones pasadas, presentes y futuras, que servirán  de soporte  posterior al  país,  sus fuerzas y a los mismos armados ilegales.

La lucha jurídica presentada por algunas organizaciones y  personas naturales, interesadas en poner bajo  estado de indefensión a los miembros de la fuerza pública, buscando  victorias que no pudieron consolidar ni alcanzar en el campo del enfrentamiento bélico, debemos reconocerlo estuvo bien propugnada, salpicada de recursos unos francos sostenidos en errores y  otros mezquinos o fantaseados; pero brilló la luz y lo existente pero no aplicado por eventuales acuerdos, volvió a ser letra viva, vigente y recuperada.

Sabemos que el soporte para coartar los recursos jurídicos previstos con el fuero penal militar, fueron los llamados falsos positivos, actividad delictiva que nunca se debió presentar, actualmente investigada y de seguro castigada con toda la drasticidad de la ley, situación que les costó la carrera a destacados oficiales de la fuerza pública, pero utilizada como lo vengo sosteniendo, para enlodar  unas fuerzas con tradición de héroes, dedicadas a la defensa  nacional  y su orden público. Nunca se podrá borrar de la historia patria estos tristes hechos, no pretendemos olvidarlos, por el contrario, vivirán en la memoria de las fuerzas para evitar que situaciones tan vergonzantes vuelvan a presentarse; el mando ya pidió perdón al país, la vergüenza ya hizo tránsito en las filas y los hombres lloraron con las victimas compartiendo su dolor, los responsables pagarán el delito y la justicia reinará.  Pero no podemos seguir estigmatizando las fuerzas por culpa de unos pocos, comprendamos que el compromiso futuro es muy grande.

Tradicionalmente  la justicia penal militar siempre se mostró severa y los miembros de la fuerza pública, vieron en sus jueces mucho rigor, ¡excesivo celo tal vez¡ Pues la conforman hombres que han encarado situaciones conflictivas y por su experiencia entienden, valoran y sopesan los hechos, las pruebas, la evidencia, conocimiento  que los convierte en árbitros  imparciales. Los ojos del país están expectantes sobre la aplicación del la justicia militar, brindando por ello una linda oportunidad a los jueces castrenses para mostrar ante la sociedad las calidades, rigidez y la imparcialidad en la aplicación de la ley.

Los detractores de toda índole no cejarán en su interés por desacreditar las actuaciones de la JPM, indagando contra presunciones de impunidad e invocando la sobra de los falsos positivos, para presionar todo tipo de decisión contraria a sus intereses de desprestigiar al Gobierno y la fuerza pública.