Me llamó mucho la atención que mis nietos a principios de este año, cuando los visité en Dallas, entonaran el estribillo del “Gol Caracol”. Estábamos próximos a un partido de la Selección y como buenos colombo-gringos, son hinchas de Falcao y James. El internet me permite ponerlos a escuchar las narraciones de los partidos, mientras ellos los siguen por la TV internacional.
El pegajoso estribillo me trae muchos recuerdos de lo que han aportado la radio y la Tv en materia deportiva. Desde esos lejanos tiempos de las vueltas a Colombia, cuando los Carlos Arturos Rueda, Pastores Londoños y Gabrieles Muñoces, se trepaban a los postes telefónicos para narrar desde los más lejanos pueblos y veredas, el paso de los Foreros y los hermanos Torres, de Cartago, en sus caballitos de acero.
El “tordillo”, Alberto Piedrahita, con Muñoz Cuéllar y demás locutores, aparecieron luego en los transmóviles, cuya tecnología les permitía transmitir en “vivo y en movimiento”. La gente se volcaba a las calles y en todos los pueblos se decretaba día cívico cuando pasaban los ciclistas.
Miguel Ángel Bermúdez elevó la categoría del espectáculo. Inundó a Colombia con ciclistas de aquí y de allá. Era la gloria del ciclismo. Escarabajos por Europa, Asia, América, y desde luego por La Linea, el Alto del Trigo y las calles y avenidas de nuestras ciudades. ¡Ah! tiempos aquellos que no volverán. Ahora lo único que tiene importancia son los tures exteriores. RCN, con grandes esfuerzos mantiene su vuelta. La que se da a Colombia, es casi clandestina, porque nuestros mayores valores están en el exterior.
Es lo que acontece con el ciclismo. Otra cosa lo que ocurre con otros deportes, que por fortuna aún contagian a los colombianos internamente. El fútbol invade la radio y las pantallas de la televisión, mientras los restantes le arañan algo al “piebola” en los canales nacionales, pese a que existen comentaristas, narradores y periodistas deportivos con gran experiencia y sapiencia sobre las más variadas disciplinas.
Esa es la dictadura de las mediciones de sintonía, de los patrocinadores y de los anunciantes.
Cuando tuve la oportunidad de dirigir “Notisuper” descubrí la maravillosa narrativa de un tolimense, cuyo nombre era difícil de vender, pero lo impusimos con el remoquete de “El Graduado”. Fue un éxito. Llenada con su voz las graderías de El Campín.
En el Noticiero Nacional tuvimos al hombre con el Costal de Noticias, Adolfo Pérez y en Contrapunto a Iván. No ahondo más, porque puedo olvidar a muchos queridos colegas.
No puedo dejar pasar los 25 años del Gol Caracol. Imposible desconocer lo que ha representado para el fomento y crecimiento de nuestros deportes. Javier Hernández, batuta mayor, le ha imprimido el sabor, la destreza y la adición que se siente por el deporte en Colombia. En Dallas, Daniel y Tomás están felices repitiendo el estribillo del Gol Caracol.
BLANCO: El cubrimiento que el Mintic David Luna da a Colombia con Wifi gratis.
NEGRO: El verdugo de Las Vegas.
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