No me voy a subir en el tren de los que despiden a BlackBerry con regaño. Basta con ‘googlear’ la marca para que salga un rosario de artículos que hablan de la desgracia del gigante que, según ellos, “no se pudo adaptar”. No. En ese bus triunfalista no me pienso subir.
¿Qué pasó con BlackBerry? Que llegó al tope una década antes que el resto. Lo que tenemos ahora, BlackBerry lo promovió cuando apenas comenzaba el siglo. El tema cuando tocas el techo, y no pretendo filosofar, es que no hay para dónde más crecer. Los usuarios de tecnología siempre buscamos novedad, pero nunca esperamos el huracán que fue ese dispositivo. Tal es así, que el resto de los fabricantes no tuvieron más remedio que copiarse.
A ver, BlackBerry tuvo la osadía de crear un sistema de comunicación vía mensajes realmente seguro y eficaz. Los más jóvenes quizá no lo recuerden, pero en los primeros albores del siglo, no había nada más seguro que utilizar un PIN de BBM para poder hablar con amigos y sobre todo con compañeros de trabajo. Esa fue una revolución gigante. Y si me apuran, WhatsApp no ha podido llegar a ese nivel de seguridad o encriptamiento que llegó a tener BlackBerry.
Buena parte de los analistas tecnológicos aseguran que “el problema de BlackBerry fue que no evolucionó a la par de los consumidores”. Y yo me pregunto ¿para dónde puede evolucionar un dispositivo que realmente fue disruptivo? ¿qué mejoras puede tener un aparato que cambió la forma como se comunican los humanos? Quizá el tema táctil de las pantallas. Pero es que el teclado, precisamente, siempre fue la magia del asunto.
Y es que es fácil “evolucionar” cuando no has llegado al tope, sobre todo en tan corto tiempo. El pecado, eso sí, de BlackBerry tiene que ver con el tema de multimedia y entretenimiento. Los celulares dejaron de ser un simple medio de comunicación para convertirse en televisión, cine y computador de trabajo. Pero eso es hablar con el periódico del lunes. Lo que no pudo lograr BlackBerry es que sus dispositivos se volvieran ese todo en uno invasivo que hoy tenemos en la mano.
No le pienso decir adiós a BlackBeery. Desde esta tribuna tenemos que decir: ¡gracias BlackBerry! Gracias por realmente cambiar al mundo. Gracias por cambiar la forma en que nos comunicamos. Es que fue por este dispositivo que las llamadas de voz se cayeron casi un 50%. ¿Se imaginan? Dejamos de hablar entre nosotros para comenzar a chatear. Se escribe fácil, pero es un cambio de paradigma para el mundo. Hasta cualquier momento BB.