SAGITARIO

Debates

Preocupan  los sucesos del Palacio de Justicia. Existen diversas opiniones y se utiliza un criterio: partir de las conclusiones de la autoridad judicial reconocida en la Constitución y las leyes. Lo más cercano es el informe final de la Comisión de la Verdad y su integrante Nilson Pinilla destacó rasgos en El Nuevo Siglo: imposible alcanzar la verdad total debido al pacto de silencio -se mantiene- en el alto gobierno y las Fuerzas Armadas; se desfiguró la escena del crimen; la investigación fue defectuosa; hubo quienes salieron vivos y luego aparecieron muertos; no ocurrió golpe de Estado pero sí “vacío del poder”, lo cual equivale a que el presidente Belisario Betancur perdió el dominio de la situación y “el Ejército actuó a su antojo”. Estima el magistrado que no vale la pena “la creación de otra Comisión de la Verdad si no se va a creer lo que se concluya”: quien escribe sí será creyente.

El presidente Santos pidió perdón, es decir, se considera a nivel internacional que el Estado incurrió en culpa -se habla de “excesos”: casi 100 muertos- en la toma y retoma del Palacio de Justicia y el expresidente Betancur declaró: “si errores cometí, pido perdón a mis compatriotas” (El Tiempo, noviembre 4). Se sugiere avanzar lo máximo posible en la investigación; realizar reportajes al general Delgado Mallarino y el expresidente; atender observaciones del actual ministro de Justicia. De la participación de Alfonso Gómez Méndez en la controversia surge una inquietud: establecer paralelo entre lo sucedido en el Palacio de Justicia y la Embajada de la República Dominicana. El M-19 es el gran culpable. Se está en desacuerdo con modificar los indultos acordados al M-19.

Cambio de tema: determinar si en Venezuela aparece o no la “nueva clase privilegiada” señalada por Milovan Djilas para el comunismo. Tomado el poder emerge una “nueva clase” voraz, insaciable -denominada nomenklatura en la URSS- que administra los bienes expropiados o nacionalizados; no todo miembro del partido accede a ella. Complemento: corrupción inevitable; propaganda; arengas morales; rige la unanimidad; poder judicial y legislativo dependen del  ejecutivo; falla la legalidad; militarismo en alto grado; dictadura; organización jerárquica; censura, autocensura; baja calidad en producción y progreso técnico; oposición aplastada; huelgas prohibidas; robos, malversaciones; mucha promesa, poco cumplimiento; nacionalismo; demagogia; juicios políticos arreglados.