Paz Justa
En contra de la impunidad y a favor de las víctimas, la justicia y la paz (mayo, 2012) es la obra con que Rafael Guarín, exviceministro de Defensa, terció en el debate sobre el proyecto, de origen gubernamental, relativo al Marco Jurídico o Legal para la Paz (Marco en adelante).
El autor es adverso al esquema tal como se planteó y aprobó y habría favorecido una versión diferente. Estas líneas son preliminares y se originan en la invitación de Rodrigo Pombo, presidente de la Corporación Siglo XXI, a participar en la discusión del tema. El texto indicado fue publicado por la Corporación mencionada y la Fundación Konrad Adenauer.
Conviene resaltar que Paz Justa es, hasta donde llega el conocimiento de quien escribe, la única fuente producida hasta el momento, que proporciona una visión global y detallada sobre la reforma constitucional temporal insinuada: un Marco basado en un modelo de Justicia Transicional. Se expresa, a continuación, la recomendación principal de nuestra parte, aunque luzca extraña porque tales sugerencias suelen dejarse para la sección final de cualquier documento: el Gobierno Nacional está en mora de difundir una obra de alcance similar a la divulgada por la Corporación y la Fundación citadas. Lo conocido de los criterios del Estado es parcial y esporádico y se entiende que el Marco será demandado ante la Corte Constitucional. Se debe hacer el ensayo de refutar Paz Justa punto por punto y, además,explicar la Justicia Transicional, sus resultados en nivel mundial y sus ángulos fuertes y débiles, por ejemplo, cierta impunidad inevitable entre los segundos. Bernardo Gaitán Mahecha y Gustavo Zafra pronostican una tormenta y, de ser una predicción correcta, vale la pena prepararse. En fin, es necesario contar con una exposición exhaustiva de quienes están de acuerdo con el Gobierno Nacional.
Guarín identifica, como opositor, seis críticas básicas respaldadas por treinta observaciones específicas (ver los paréntesis): es un marco jurídico para la impunidad que victimiza (10), fomenta la repetición y la continuidad de la violencia (4), está en contra del derecho internacional (3), es ineficaz para la paz (6), afecta adversamente el combate al terrorismo (3) y legitima a las Farc y al Eln (4). Guarín es apoyado por José Miguel Vivanco, Director regional de Human Rights Watch, respecto a desviaciones de la materia señalada en la tercera crítica.