GUILLERMO LEÓN ESCOBAR HERRÁN | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Diciembre de 2012

Las prioridades

 

La sociedad colombiana sabe moverse al ritmo de lo que Don Basilio jefe de redacción de “La Voz de la Industria” en la buena obra de Carlos Ruiz Zafón titulada El juego del Ángel cuando afirmaba que los que sobreviven son aquellos “que tienen prioridades y no principios “.

No es difícil mirar y clasificar bajo estas dos categorías nuestros actuales dirigentes  y el resultado es por demás patético ya que por lo común las prioridades se confunden con los intereses personales mientras los principios por lo general juegan al lado de lo que antiguamente se llamaba “bien común” que era tan fuerte que conducía a ese extraño grupo de personas a sacrificarse en lo personal por beneficiar a sus semejantes .

El país y la sociedad colombiana han padecido mucho. Los héroes aparecen cobrando  los frutos del prestigio cuando las cosas han salido bien y es verdaderamente difícil dilucidar quien es realmente el padre de los éxitos porque son muchos. Pero en las dificultades todos sacan el cuerpo y da grima reclamar la presencia de quienes deben responder porque quienes tejieron la telaraña de los males se han evadido.

No es preciso mencionar las cuentas pendientes que tiene el país en cuanto a quienes deben responder por el hambre que tantos -pese a las estadísticas- padecen; a quienes han hecho posible  que las gentes necesitadas agonicen en muchos casos haciendo fila para ser atendidos; para que  haya un techo para las familias y sobre todo para que las gentes se sientan agradecidas de haber tenido la grandiosa oportunidad de haber vivido y no pasar por este mundo lamentando haber nacido.

Y no es que Dios lo haya querido así. Es perverso el argumento de quienes culpan a Dios de las injusticias que cometen los “acumuladores” y egoístas que olvidan la función social de la propiedad y las obligaciones de la riqueza que no son frases sino la garantía de la convivencia .

¿Por qué será que cuando algo nefasto sucede la plata que se pierde es la que iba a ser invertida en el mejoramiento de las condiciones de vida  de “los más desfavorecidos“ ? No hay vergüenza en la desproporción de las pensiones, en el descuido del sistema de salud, en la lejanía de eso que llaman “calidad de vida“ que hace parte de la “alegría de vivir“ para lo que se necesita que los factores de gozo sean fácilmente accesibles.

Se combate la vida; por lo común las gentes que se manifiestan a favor de las muertes ajenas  bien sean de inocentes o de ancianos -llamados ambos inservibles- son aquellos seres humanos que no están dispuestos desde el hedonismo que los envuelve a compartir con nadie los beneficios que por generaciones se han forjado para todos.

No importa; el gran daño es una sociedad como la nuestra que solo tiene Prioridades y no Principios pero se consuela a sí misma porque al fin y a la postre ambas palabras comienzan con P.

guilloescobar@yahoo.com