Las manifestaciones contra la corrupción crecen, los participantes en las marchas llevan una soga para simbolizar la petición de arresto a los responsables, los trinos en las redes sociales no cesan, la Corte Suprema de Haití investiga, los medios opinan, la ONU se preocupa, todavía no se sabe a cuánto asciende el monto del multimillonario timo que compromete a funcionarios, empresas públicas y privadas, especialmente del ramo de la construcción.
Petrocaribe es la alianza de cooperación energética del área lanzada en el 2005 por el presidente Hugo Chávez para que los Estados asociados pudieran comprar hasta 180.000 barriles diarios de petróleo en condiciones preferenciales, mantenida por la administración de Nicolás Maduro. Actualmente el grupo lo integran Venezuela, Cuba, República Dominicana, Nicaragua, Antigua, Bahamas, Dominica, Granada, Guyana, Surinam, Santa Lucía, San Cristóbal, San Vicente y Haití. El acuerdo se basa en el otorgamiento del crudo barato, limitando al uno por ciento el valor de los intereses cuando el precio supera en los mercados internacionales los cuarenta dólares, parte de las facturas, tal el caso de Cuba y Nicaragua, se pagan con suministro de bienes y servicios. En el 2017, en conjunto, los países adeudaban cerca de trece mil millones de dólares.
El programa, con motivaciones políticas, le ha permitido a Venezuela ejercer liderazgo y obtener votos en organismos internacionales, principalmente en la OEA, la oposición critica la carga de la “petro-diplomacia”. Los haitianos se preguntan ¿Dónde está el dinero de Petrocaribe? Se encuentran enredados Mil Setecientos Millones de Dólares de los Tres Mil Quinientos recibidos, los cuales deberían haberse invertido bien en la Nación más pobre de América que vive bajo el umbral de la misma, con dos tercios de su población dependiendo de un sector de agricultura y pesca, en medio de la deforestación, víctima de las devastadoras tormentas del 2008, del huracán Matheu y del terremoto que en el 2010 afectó la infraestructura, ocasionando la muerte de trescientas mil personas y dejando un millón de damnificados.
El reciente documento elaborado por la comisión de ética del Senado dice que ¨la gestión de fondos en Petrocaribe ha sido marcada por graves anomalías, irregularidades y malversación.¨ En Haití proliferan las coimas, negocios turbios, contratos leoninos, enriquecimiento ilícito, las cifras gubernamentales no cuadran, obras indispensables quedan en el tintero, otras interrumpidas, los gobiernos de René Preval y Michel Martinelli se hallan en la picota, el ex primer ministro Jean Max Bullevere, el de planificación Yves Germain Joseph y el de Obras Públicas, Jacques Gabriel, han sido llamados a declarar. La defraudación en Haití se internacionaliza, la noticia está en desarrollo, la crisis venezolana también.