HERNÁN ALEJANDRO OLANO GARCÍA | El Nuevo Siglo
Domingo, 19 de Mayo de 2013

La santa Madre Laura

Hemos asistido a un episodio histórico en materia eclesiástico-canónica, la proclamación de Laura Montoya Upegui como santa de la Iglesia Católica, episodio por demás con gran significado para resaltar las virtudes de la Madre Fundadora de la Comunidad de Misioneras de la Beata María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, congregación aprobada hace 45 años por Paulo VI y con presencia en veintiún países de tres continentes, organizado en 160 casas con 830 religiosas.

La causa de la Madre Laura comenzó el 4 de julio de 1963 en la Arquidiócesis de Medellín; sus virtudes heroicas fueron proclamadas en 1973, se le declaró Venerable el 22 de enero de 1991 por el Beato Juan Pablo II y luego él la beatificó el 25 de abril de 2004. El 11 de febrero de este año, Benedicto XVI, en el consistorio en el cual renunció al pontificado, expidió el decreto fijando la fecha de su canonización.

Una causa de canonización se rige por el canon 1403 del Código de Derecho Canónico, en el cual se establece que éstas se rigen por una ley pontificia peculiar. A esas causas se aplican además las prescripciones de este Código, cuando esa ley haga remisión al derecho universal o se trate de normas que, por su misma naturaleza, rigen también esas causas.

Dicha norma canónica se reglamenta por medio de una ley pontificia peculiar, que actualmente es la  Constitución Apostólica “Divinus Perfectionis Magister”, del 25 de enero de 1983 y las “Normae Servandae in Inquisitionibus ab Episcopis Faciendis in Causis Sanctorum”, que fueron promulgadas por la Congregación para las Causas de los Santos el 7 de febrero de 1983.

Ahora, los más cercanos en lograr el siguiente escaño en el santoral, son el Beato Mariano de Jesús Eusse Hoyos y los beatos religiosos de san Juan de Dios y mártires.

Actualmente se tramitan algunos procesos de beatificación y canonización en diversas diócesis de Colombia. En la  Arquidiócesis de Bogotá los del Siervo de Dios Ismael Perdomo y el del Siervo de Dios Rafael Manuel Almanza Riaño. En la  Arquidiócesis de Medellín: Sierva de Dios Inés Arango, Siervo de DiosJ. Antonio Gómez, Sierva de Dios Berenice Duque, Siervo de Dios Miguel Ángel Builes, Siervo de Dios Jesús E. Jaramillo, Sierva de Dios María J. Upegui, Venerable J. Aníbal Gómez y, Venerable Isabelita Tejada. En la Diócesis de Girardot: la Sierva de Dios Ana María Lozano,boyacense, cofundadora del Instituto de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, fundado por el Beato salesiano Luis Variara.

Hernan.olano@unisabana.edu.co