Semana, edición 1756, diciembre 27/enero 3, 2016, divulgó “El libro que me cambió la vida”. Entrevistó veinticinco personajes y se citan aquellos con los que hubo coincidencias y en qué consistieron. Belisario Betancur mencionó Cervantes, Homero, Shakespeare y quien escribe agrega Oscar Wilde y “La Ilíada”, es la lectura más lejana en el tiempo. Se leyó “Crimen y castigo”, de Fiódor Dostoyevski, igual Marta Lucía Ramírez, y “El olvido que seremos”, de Héctor Abad, lo hizo Soraya Montoya. Gonzalo Sánchez escogió a Eric Hobsbawm y se diverge en el logro más interesante que, en lo personal, es “Historia del siglo XX”. Se comparte el gusto de Andrés Hoyos por Emilio Salgari y de Andrés Camargo por Julio Verne: lecturas juveniles. Leer “El pequeño mundo de don Camilo”, de Giovanni Guareschi, selección de Daniel Samper Pizano, tarea pendiente.
Hay acuerdo con varios personajes en que no fue un solo texto el determinante de su vida y quien escribe añade temas: segunda guerra mundial, estrategia (ya expuesto), metodología de la investigación y aporte combinado de diversos escritores. Se recuerda a Borges- preferencia de Eduardo Montealegre- y su guía: “El olvido es la única venganza y el único perdón”. Marca honda dejó el Romancero Español: “A mis soledades voy/ de mis soledades vengo/ porque para estar contento/ me bastan mis pensamientos”, que compartí con Elisa Gómez, difunta esposa.
Antonio Navarro elogiaba en Carlos Gaviria su inclinación por la estética: se comparte el concepto como suma de eficiencia y ética y se incluye en la estrategia general de Lawrence Freedman. Ahora se entra a la metodología referida para examinar el chisme considerado por quien escribe como la institución más influyente, en Colombia, en la adopción de decisiones y explicativa de la extrema credibilidad otorgada por nuestros compatriotas a los falsos testimonios y testigos y “chivas”. Y lo peor: su vigencia, a través de la sanción social permanente, pese a las rectificaciones de los medios de comunicación, y que afecta adversamente la trayectoria profesional en diversos sentidos; sin embargo, dicha sanción es fundamental para enfrentar la corrupción y las “chivas” pierden actualidad, gracias al periodismo investigativo. Este asunto se estudia previa revisión de autores como Carls A. Sabino y se plantea como hipótesis pero ¿las redes sociales, la posverdad?