El tenista italiano Jannik Sinner puso pie este sábado en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, donde el camino hacia su primer título de este Grand Slam se le abrió de par en par con las salidas de Carlos Alcaraz y Carlos Alcaraz
En una frenética sucesión de sorpresas, el español y el serbio se derrumbaron las noches del jueves y del viernes en Nueva York frente a Botic van de Zandschulp (74 de la ATP) y Alexei Popyrin (28), respectivamente.
Djokovic y Alcaraz, finalistas de los pasados Juegos Olímpicos, apuntaron hacia el desgaste físico y emocional de competir por el oro en París como una de las causas de sus chocantes eliminaciones.
El argumento se reforzó con la caída también el viernes del ganador del bronce olímpico, Lorenzo Musetti.
Sin Djokovic y Alcaraz, los dos últimos campeones, el ruso Daniil Medvedev es el único tenista en competencia que ha alzado el trofeo en Flushing Meadows, en 2021.
Con todo, los focos se centran ahora en el número uno de la ATP, Jannik Sinner, consolidado este año como la estrella que debe acompañar a Alcaraz en el relevo del 'Big 3' (Djokovic, Federer, Nadal).
Decidido a evitar sobresaltos, Sinner desplegó lo mejor de su tenis para arrollar al australiano Christopher McConnell (87) por 6-1, 6-4 y 6-2.
Ante la mirada de aprobación de Serena Williams en la grada, Sinner zanjó el choque en menos de dos horas con una autoritaria actuación al servicio (15 'aces' por 5 de McConnell) y sin conceder una sola oportunidad de quiebre.
"Han habido un par de derrotas inesperadas. Veremos qué viene. Yo estoy muy contento de seguir aquí y ojalá pueda jugar el máximo de partidos posibles", dijo Sinner sobre las salidas de sus dos grandes rivales.
"Todo puede pasar en este deporte. Yo intento ir día a día, cada oponente es un desafío", subrayó el italiano, que persigue su segundo título de Grand Slam tras el Abierto de Australia ganado en enero.
La eclosión de Sinner tiene como reverso el escándalo que protagonizó este mes al revelarse el doble positivo que dio en marzo por la sustancia prohibida clostebol, del que fue absuelto por determinarse que la contaminación fue involuntaria.
Medvedev fuera de los focos
De su lado, Medvedev se medía en el último partido nocturno ante el italiano Flavio Cobolli (31).
El ruso, que este año ha venido avanzando por el cuadro discretamente, y Sinner chocarían en unos eventuales cuartos de final de alto voltaje.
Ambos son los únicos jugadores en pie con un título de Grand Slam en su palmarés.
De esta forma, el otro lado del cuadro está completamente abierto para tenistas que quieren conseguir ese estatus, entre los que hay varios que ya han pisado finales grandes, como el noruego Casper Ruud y el alemán Alexander Zverev.
Entre tanto, el neerlandés Botic van de Zandschulp, el verdugo de Alcaraz en una asombrosa victoria en tres sets, bajó el sábado a la tierra y sucumbió ante el británico Jack Draper también por la vía rápida.
Draper, vigesimoquinto de la ATP, sacó sin problemas del camino a Van de Zandschulp por 6-3, 6-4 y 6-2 y se citó en octavos con el checo Tomas Machac, que despachó al belga David Goffin también en tres sets.
El tercer turno de Swiatek
A diferencia de los hombres, las tres principales candidatas a la corona femenina siguen en carrera.
La estadounidense Coco Gauff, vigente campeona, y la bielorrusa Aryna Sabalenka sacaron el viernes su boleto a octavos y a ellas quiere unirse el sábado la polaca Iga Swiatek.
La número uno mundial enfrentaba en la noche a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova (27).
En el arranque de la jornada, la checa Karolína Muchova, semifinalista de la pasada edición, derrotó a la rusa Anastasia Potapova por 6-4 y 6-2.
Muchova tendrá un eléctrico cruce de octavos con la italiana Jasmine Paolini, subcampeona este año de Roland Garros y Wimbledon, que venció el sábado a la kazaja Yulia Putintseva por 6-3 y 6-4.
En la pista central la estadounidense Jessica Pegula, sexta sembrada del torneo, batió a la española Jessica Bouzas por 6-3 y 6-3.
La salida de Bouzas deja a España con una última raqueta en Nueva York, Paula Badosa, ya clasificada a octavos.