HORACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Enero de 2012

 

Clase media y burguesía

 

Es  conocida la definición de clase media, según la cual es “aquella que gasta todo lo que tiene, para aparentar, tener y disfrutar lo que no tiene”. El concepto de clase social es propio de sociedades maduras, avanzadas y evolucionadas. En este ambiente se estratifica la clase social, a lo largo del tiempo en función del papel que desempeña en el proceso productivo. Lo económico ha sido decisivo, al clasificar los grupos sociales. Se tiene en cuenta el nivel de ingresos, el barrio en que se vive, el carro en que se desplaza, clubes que frecuenta, sitios de veraneo, vestuario, disponibilidad monetaria. Lo expresado influye en la estratificación social.

A la clase media se la ubica entre los económicamente poderosos y el obrerismo. Los salarios son medios. La gente de la clase media no es propietaria de los medios de producción. Percibe honorarios o sueldos que son generalmente mayores que los de los proletarios, pero menores que los de la alta burguesía. Ama su libertad, se suele mostrar crítica contra los gobiernos, pero no con todos, quizá por las limitaciones que a veces impone el pertenecer a determinado partido. La clase media es individualista, y busca el ascenso social al precio que sea. Ernesto Samper Pizano hizo un estudio realista y amargo de la Clase Media. ‘…La Clase Media ha bajado del 47%, al 38%. Es la más perseguida fiscalmente. El IVA y la Retención en la fuente no los puede esquivar… A los pobres con sentido social los exoneran de éstos y otros gravámenes… Los multimillonarios evaden contribuciones olímpicamente… Tenemos abogados de taxistas, ingenieros de agrónomos, médicos de comisionistas… Más grave que la pobreza de la clase media es su empobrecimiento’.

La plutocracia satisfecha de su suerte quiere eternizarla y su riqueza. Aspira a que sus hijos y descendientes conserven el status. Los que más tienen sentido de clase son los de arriba y los del pueblo.

La clase popular tiene conciencia de que a despecho suyo, el orden social imperante va a ser permanente y de que hagan lo que hagan, su suerte no cambiará. Esto fortalece su solidaridad de clase, en medio del quebranto económico y social en que vive.

Fue inútil la ambición de Carlos Marx de acabar con las clases sociales. Siempre habló de explotadores y explotados. Milovan Djlas demostró que el comunismo ha creado una nueva clase social, tan odiosa y prepotente como la capitalista. “Esta clase en el comunismo es la que administra y la que controla el poder… Maneja a su antojo la propiedad socializada y también la vida íntegra de la sociedad. El papel de la alta burocracia en el comunismo es determinante. Nada se mueve sin su consentimiento. Es el capitalismo de Estado sustituyendo el capitalismo salvaje… La propiedad no es sino al beneficio y a la dirección. Gozan de privilegios en el comunismo los jerarcas, los tecnócratas y los cerebros sobresalientes”.