Hugo Quintero | El Nuevo Siglo
Martes, 26 de Enero de 2016

ARRECIFES

Un Presidente

“Danilo Rojas, hombre íntegro e integral”

 

En una sola sesión y de manera inusualmente rápida, el Consejo de Estado acaba de elegir presidente de la Corporación. Que la designación haya recaído en Danilo Rojas Betancourth, Consejero de la Sección Tercera, es significativamente simbólico de los nuevos vientos que, afortunadamente, soplan hoy en esa Institución.

 

El Consejo de Estado era de las Corporaciones en las que más se sufría para elegir un dignatario o para llenar una vacante. Hubo demoras de hasta 18 meses o más para elegir un Consejero. Todo eso cambió radicalmente desde el retiro de Marco Antonio Velilla, un autodenominado sabio cuyo ego no pudo superar su fracaso en la terna para Fiscal General de la Nación, de lo cual culpó a la Sala de Consulta y Servicio Civil y a la propia Corporación en pleno por no manifestarse institucionalmente contra la Corte Suprema por la afrenta de no elegirlo. Denuncias en la Comisión de Acusaciones contra sus propios compañeros de Sala Plena fueron su aporte de despedida a la armonía de la Corporación

 

No ha sido fácil para el Consejo de Estado restablecer la red interna de respeto y confianza que es necesaria para el trabajo judicial corporativo. Afortunadamente ha habido y en la actualidad hay juristas que, aun a costa de su propio sacrificio, han logrado restablecer ese tejido armónico. Stella Conto, Alberto Yepes, Carlos Moreno, William Zambrano, Álvaro Namen y otros más. Veteranos, recién idos o recién elegidos, todos han contribuido a la reconstrucción de la armonía que siempre ha sostenido la solidez republicana del Consejo de Estado, donde las diferencias naturales de criterio jurídico se resuelven discutiendo, no peleando.

Danilo Rojas encarna esos nuevos aires de la Corporación. Jurista de trayectoria limpia que se labró a puro pulso su vida desde las agrestes montañas tolimenses que nacen en el cañón de las hermosas y culminan allá en un pueblo frío y conservador que se llama San Antonio.

 

Conservador, pero de los de la línea del maestro Vásquez Carrizosa; Teniente de la reserva, merced al servicio militar que pagó como bachiller en Bogotá; egresado de la Universidad Libre, pero vinculado académicamente a la Nacional; discípulo aventajado del gran maestro Jaime Giraldo Ángel en metodología de la investigación jurídica y de Manuel Atienza en argumentación; y, conocedor de la Rama Judicial por donde trasegó en casi todos sus cargos. Íntegro e integral, como debe ser cualquier Juez o Magistrado.

 

Doña Flor tiene razón de estar tan orgullosa.

@Quinternatte