Hugo Quintero Bernate | El Nuevo Siglo
Martes, 17 de Noviembre de 2015

Atentados definen lo que es terrorismo

ARRECIFES

¿Todos somos quién?

El viernes pasado, en el teatro Bataclan y en varios restaurantes y sitios públicos de París, un grupo de al menos 5 terroristas masacró con ráfagas de Kalashnikov gente inerme, indefensa y asustada. 130 muertos y por lo menos 300 heridos entre franceses y de muchas otras nacionalidades es el dantesco resultado del ataque terrorista.

En la siguiente madrugada, en el Líbano, en Beirut, en un barrio del sector sur que supuestamente domina Hezbolá los terroristas asesinaron otros 40 ciudadanos. Y antes, hace menos de un mes, fue en Ankara (Turquía) donde masacraron a 97 personas que se preparaban para iniciar una marcha pacifista.

Los tres atentados definen precisamente lo que es terrorismo: Violencia extrema, ausencia de reglas, víctimas civiles indiscriminadas y el propósito definido de causar pánico, temor y zozobra generalizados. Así es como lo definen todos los tratados, jurídicos o políticos, sobre la materia. No es un método nuevo. Es universal y atemporal. Y aterra que los terroristas de antes han terminado no pocas veces en el poder. O por lo menos compartiéndolo. Y es lo difícil de su combate. Los terroristas de un día, son héroes al siguiente.

La humanidad, aunque desde un punto de vista estrictamente de biología evolutiva sea una sola, ni comportamental ni ideológicamente es igual. Todos los que aprovechan el atentado en París para poner sus fotos en la red y jurar que “París somos todos” no expresan una realidad. Si acaso una aspiración. Y eso.

¿Por qué París somos todos y no Beirut o Ankara? Si en las mismas tres ciudades el problema ha sido el mismo y la humanidad es una sola? Atentados del autodenominado Estado Islámico, población civil indiscriminada como víctima y violencia extrema. Es más, ¿por qué el mundo no fue Bogotá cuando el atentado del Club El Nogal del terrorismo fariano o el del centro 93 del terrorismo escobariano. Y por qué Bogotá y Colombia no fueron El Salado, Nueva Venecia, El Aro, Mapiripán o cualquiera de los lugares en el que el terrorismo paramilitar se enseñoreó en su propósito de refundar el país?

Probablemente nadie quiere ser un campesino de abarca y sombrero o un pescador de piel cobriza. Todos quieren ser parisinos.

Los parisinos tampoco quieren ser turcos o libaneses. Ni kurdos, unos de los pocos que en el terreno están poniendo los muertos y ganando batallas contra el terrorismo del Estado Islámico. Y sus gobiernos tampoco quieren serlo y por ello la guerra les llega a sus puertas.

Europa y sus pobladores se acostumbraron a hablar y no a actuar. Conmueve el gesto simbólico del pianista tocando “Imagine” de John Lennon en la calle del teatro Bataclan de Paris, pero conviene recordar que a Lennon también lo mataron y que los terroristas no entienden de poesía, vienen, como dice la Marsellesa, a degollar nuestros hijos y a nuestras esposas.

Cuando eso ocurre, hay que practicar lo que dice el mismo himno: “A las armas ciudadanos, formen vuestros batallones”. O mejor, respalden sus batallones que son nuestra civilización.  

@Quinternatte