Se debate en Colombia una aberrante posición que pretende borrar la naturaleza de los sexos. Se trata de la ideología de género como base de la educación sexual. Nacemos como hombre o mujer, esto, conforme a la disposición natural de los cromosomas. Anatómicamente los cuerpos desarrollan sus órganos desde la concepción en el vientre materno y la criatura nace completamente definida como varón o hembra. En algunos casos se produce una irregularidad física produciendo un hermafrodita, es decir con los órganos reproductivos femenino y masculino.
La agenda internacional de la comunidad LGTBI que traduce: lesbianas el gusto de mujer con mujer; gay un anglicismo de homosexual, hombre con hombre; transexual o travesti, aquel que nace hombre o mujer pero se siente contrario psicológicamente; bisexual quienes se atraen por ambos sexos; e intersexual que es el mismo hermafrodita.
Esta minoría ha sido en el siglo pasado y en el presente muy beligerante, alcanzando logros significativos, como el del reconocimiento social y legal, al punto que ya se exhiben públicamente y se tolera sus manifestaciones afectivas a plenitud. Pero una cosa es esa y otra es que la ley ya autoriza en muchos países el matrimonio entre parejas del mismo sexo y la adopción de niños. Ahora el tema es que se pretende promover en los colegios esta ideología de género en la que invitan a los niños y jóvenes a ser “diversos”, es decir que lo mismo es hombre o mujer, bisexual, travesti, lesbiana u homosexual, que no hay diferencia, que no se nace hombre o mujer, que eso lo define la persona sin importar el sexo. Todo esto en nombre de los sentimientos llevándolos a prácticas irregulares y proponiendo borrar de los manuales las condiciones morales.
El Ministerio de Educación contrató como asesores de orientación sexual a una organización LGTBI llamada Colombia Diversa, unos activistas de la ideología de género. En pocas palabras ese exceso de modernismo y liberalidad, lo que busca es borrar la naturaleza en nombre de los sentimientos. Es una deformación de lo normal para darle el triunfo a lo anormal y todo con el pretexto de respetar las identidades de género para abolir el bulling al que son sometidos quienes tienen esas orientaciones sexuales.
El homosexualismo, lesbianismo y bisexualidad son una condición de vida que una persona elige en su libertad de conciencia, por lo tanto es cierto que se debe respetar esos gustos y preferencias, proteger la integridad de estas personas y no discriminarlos, pero que le impongan a la sociedad a través de una pedagogía con actos legales y promoción para que la niñez y juventud se eduque en esta ideología, es una aberración que va en contra de la ley natural. No es igual la heterosexualidad que la homosexualidad, la primera es lo normal y la segunda lo anormal.
arangodiego@hotmail.com