Impuesto disfrazado | El Nuevo Siglo
Viernes, 12 de Agosto de 2016

Nadie sabe para qué existe un Concejo Distrital en la capital de la República y más aún, para qué sirven los concejales que con tantas promesas y engaños llegan a esa posición.

Durante la época electoral se pasean la ciudad y en cada una de las 20 localidades ofrecen lo divino y lo humano. “No más impuestos, ni alzas en los servicios públicos, respeto a las reservas ecológicas, seguridad, movilidad, etc. etc.

Pasan las elecciones y olvidan todo. Se dedican a buscar prebendas, puestos para sus adeptos y contratos; amén de sus camionetas blindadas.

Nadie sabe a ciencia cierta, cómo los maneja el Alcalde y les ordena aprobar sus acuerdos, o a hacerse los de la vista gorda con las ansias del burgomaestre.

No de otra manera existe explicación alguna sobre esos “impuestos disfrazados”, que anuncia el Alcalde Peñalosa.

Ha ofrecido 500 pesos extras a los taxistas si colaboran con la reducción de la accidentalidad. Es decir que si se disminuyen los accidentes, los usuarios de los taxis deberán pagar un “impuesto” de 500 pesos por carrera. Se ha cuidado de presentarlo como un gravamen y lo califica como un premio, que sale del bolsillo de la gente.

¿Y quién ha dicho que la si la accidentalidad disminuye obedece únicamente al buen comportamiento de los taxistas? Existen muchas razones. Pueden ser los carros los particulares y en esas condiciones, debería ofrecerles una reducción del impuesto de rodamiento. Y si se trata de una contribución de los buses, las motos, las ciclas, los camiones, los peatones y demás actores, ¿a quién se gratificará, recompensará y estimulará; a quién se le reducirán los impuestos o se ofrecerá incentivos por cuenta de la Alcaldía?

Al Alcalde Peñalosa se le fueron las luces. Quiere crear un “impuesto disfrazado” de premio.

Y el flamante Concejo ni siquiera se ha dado cuenta de semejante atropello contra una ciudadanía indefensa que lo eligió y a la que se castiga sin piedad.

El caos en la movilidad obedece a multitud de razones. No hay vías, hay más vehículos de los que resiste la red, existe indisciplina ciudadana, la policía no funciona. Entonces, a trabajar para arreglar las cosas, antes de clavarle el “impuesto disfrazado” a esta inerme ciudadanía.

BLANCO: El “fuera y sí a la paz”, en la Universidad del Norte.

NEGRO: La desbordada inflación. Y no hay control del dólar.

gabrielortiz10@hotmail.com