CENTROS DE SERVICIO
Oír a los jueces
“En rama judicial rige también la Democracia Soy Yo”.
Todo a la carrera no. El país tiene suficientes problemas para crear innecesariamente otros. El Consejo Superior de la Judicatura decidió poner en marcha los centros de servicio judicial con el propósito de apoyar a los juzgados de familia y civiles a la búsqueda de establecer en estas áreas la oralidad, como ocurre en el sistema penal, para lo cual establece que personal auxiliar, secretarios, notificadores y escribientes de cada juzgado queden a órdenes de dichos centros.
Uno de los argumentos reside en que no se necesitan en algunos juzgados dichos funcionarios. Quitar a los jueces la nominación y autoridad directa sobre sus colaboradores obviamente produce reacciones, entre ellas el paro judicial que en diez días afectó noventa mil procesos, el repiqueteo de alarmas, por fortuna levantado de común acuerdo para discutir en las próximas semanas la conveniencia de la decisión con el compromiso de los trabajadores de reponer el tiempo no laborado.
Necesitamos la explicación clara respecto de los centros de servicio y el nuevo orden jerárquico, además de la justificación de que la innovación es indispensable para aplicar la oralidad. Debe evitarse afectar el derecho al trabajo de los abogados litigantes, el curso de procesos de alimentos, divorcios, custodia de menores, por ejemplo, y desde luego, las personas interesadas en el fallo de sus demandas se hallan pendientes del curso de los diálogos.
Sin paro, hay que oír a los jueces, a Asonal Judicial, a los abogados. La medida debe revocarse o perfeccionarse. La crisis en la administración viene de atrás, resolverla con los centros de servicio judicial parece un embeleco. La pregunta: ¿Qué conexión existe entre el papel de secretario, escribiente o notificador con la aplicación del sistema de oralidad? Urge que el Consejo Superior de la Judicatura lo indique y profundice el aspecto de otorgamiento de autorizaciones para conocer de tutelas dentro de los centros de servicio. La función del juez es la de aplicar el Derecho. Para su ejercicio el Estado debe otorgar las herramientas requeridas, desconozco si por los avances tecnológicos y el uso masivo de los computadores ha cambiado el papel de secretarios, notificadores, escribientes, si el papel dejará de existir, si los archivos estarán en la web, si las demandas se interpondrán por e-mail al igual que las notificaciones, si la justicia se volverá cibernética, si con la reforma los sueldos disminuirán, si habrá despidos, si asiste razón a quienes sostienen que estamos a tiempo de encontrar solución mejor. La sociedad aspira a recibir mayor información. El enredo que comento muestra cómo en la rama judicial rige también la consigna de la Democracia Soy Yo.