¡Tres asuntos que nos trasnochan!

¿Será  verdad tanta belleza? Una vez más las Farc han dicho que quieren la paz. Para quienes pertenecemos a ese 99% de colombianos que detestamos al grupo guerrillero, las enormes ventajas que hoy tenemos consisten en que el balón está del lado de los revoltosos y que el actual gobierno no está dispuesto a comer cuento. Si el comunicado de los alzados en armas expresara una verdadera voluntad de reconciliación, significaría que estaríamos acariciando, por fin, el más grande anhelo de todos nuestros coterráneos. Pero ¡ojo!, no debemos emocionarnos tanto todavía, pues sabemos que éste puede ser otro engaño más en la larga cadena a que nos tienen acostumbrados estos desequilibrados.
Lo primero que debe darse es la liberación de los diez o doce uniformados que tienen retenidos, al igual que a todos los civiles, cuyo número desconocemos. Según la promesa, con la derogatoria de la tal ley 002 ya no habría más secuestros extorsivos ni nada parecido. Vendría luego el cese definitivo de los actos terroristas contra civiles, militares e infraestructura. Si lo anterior se cumple, el Gobierno estaría en la obligación de buscar conjuntamente salidas negociadas al conflicto. La desmovilización con la integración a la sociedad civil vendría luego de la entrega de armas y el desmantelamiento del cartel de la cocaína, que hoy por hoy constituye sin duda, su principal fuente de financiamiento. ¿Estaremos ante otro canto de sirena o como dicen por mi tierra: será verdad tanta belleza? Amanecerá y veremos.

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¿Será que Don Julio hará su agosto con nosotros?
Por más que cante y por ello se haga merecedor al gran premio del concurso televisivo de “yo me llamo”, no hay derecho a que un señor que ha confesado delitos tales como peculado, concierto para delinquir… “agravado”, interés indebido en la celebración de contratos e intervención ilícita en la elaboración de pliegos de condiciones, siga teniendo la libertad para disfrutar de su fortuna mal habida sino para sufrir los trancones y demás padecimientos a que somos sometidos diariamente todos los bogotanos, por cuenta de los abusos cometidos, entre otros, por este “gran empresario”.
Razón tienen la Procuraduría, los representantes de las víctimas y el alcalde Petro al cuestionar el acuerdo logrado con la Fiscalía y avalado por el juez 40. Parece inverosímil, por decir lo menos, que un juez de la República haya tasado inicialmente la condena en apenas 72 meses. Estaremos muy pendientes de lo que ocurra con la sentencia definitiva que se le dé al señor Gómez el próximo 23 de marzo.
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¿Qué está pasando por los Estados Juntos?
Nos preocupa sobremanera lo que ocurra en el país del “sueño americano”. No olvidamos que allí viven cerca de 3 millones de paisanos que emigraron en busca de mejores oportunidades. La enorme fractura producida en la sociedad norteamericana es un problema que se nos ha vuelto global, en la medida en que estamos hablando de la primera economía mundial. Una derecha recalcitrante y poderosa contra un centro mas o menos abierto, se juegan su futuro en las elecciones presidenciales del mes de noviembre.
Hoy todo parecería apuntar a la reelección del demócrata Obama, sin tener ésta el entusiasmo logrado hace 4 años. Los republicanos, por su parte, se debaten entre 4 candidatos, de los cuales tres han estado en algún momento de favoritos, sin que ninguno de ellos represente un verdadero peligro para el espigado mandatario, que por momentos se nos parece mas a una estrella del baloncesto de la NBA o a un cantante de blues al estilo de Lou Rawls. Rick Santorum, quien parece ser adepto al tenebroso Tea Party, es quien parece tener más opciones por el momento. A Mitt Romney le cobran el no ser tan de derecha. Veremos que ocurre esta semana en Arizona y Michigan y la entrante en el famoso “supermartes”, en los cuales se podrá definir una tendencia definitiva entre los republicanos.