JOSÉ E. MOSQUERA BERRÍO* | El Nuevo Siglo
Sábado, 14 de Septiembre de 2013

¿Oportunidad o amenaza?

 

La crisis energética provocada por la espiral alcista de los precios del petróleo y el pánico generado por el cambio climático han puesto en primer plano de la escena mundial a los biocombustibles. Primero fue Brasil con el etanol y luego Alemania con el biodiesel  los dos primeros países que incursionaron en este nuevo mercado que está haciendo furor en el mundo.

Tema que analiza en su libro Los biocombustibles ¿oportunidad o amenaza?, el economista Amylkar Acosta Medina. Un texto donde expone sus apreciaciones y conceptos sobre los biocombustibles y examina este controvertido tema desde la perspectiva económica, social y ambiental. Toma distancia de las posiciones fundamentalistas que ven en los biocombustibles una panacea como los que lo satanizan con argumentos apocalípticos. 

El libro es un complemento de su otro libro El Gran desafío, publicado en 2004, y con el cual se presentó a grandes rasgos el programa de los biocombustibles en Colombia. En efecto, desde entonces la mezcla de etanol con la gasolina y del aceite con el ACPM son una realidad en Colombia, y eso ha permitido que se avance hacia la consolidación de una política energética que promueva e incentive la reducción de la dependencia de los combustibles de origen fósil.

El libro ofrece una convincente manera de analizar el papel que están jugando los biocombustibles en el afianzamiento de una nueva política energética, no sólo en Colombia, sino en el mundo, encaminada a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la reactivación del agro, generando de esta manera más empleo, ingreso y desarrollo social.

Habla del gran dinamismo en la producción y comercialización de los biocombustibles en el mundo, en virtud de que se espera un crecimiento de la demanda del orden del 15% anual en los próximos años. Cifra sustentada en que la Unión Europea aspira a contar con una mezcla del 10% de biocarburantes en el transporte para el 2020 y en el caso de Estados Unidos se calcula que para dentro de tres años estarán en un 5% de mezcla con biodiesel.

Plantea que en el 2020 la demanda mundial de biocombustibles será de 3.6 millones de barriles diarios, equivalentes al 8.3 % del consumo mundial de combustibles. Señala que la fiebre de los biocombustibles ha coincidido con el boom de las materias primas en los mercados internacionales y el papel que están desempeñando las economías de China e India en el crecimiento de las demandas y en las alzas en los precios de las materias primas en el mundo.

Indica que el crecimiento de estas dos economías ha contribuido a que se disparen los precios de todos los productos primarios y la inflación global. Subraya que el apetito de China e India no sólo se ha limitado a los metales y al petróleo, sino la demanda de alimentos, que equivale al 14% de la demanda global de los mismos.

En su análisis los biocombustibles no han sido factor determinante en las alzas de los precios de los alimentos, ni su detonante; sustenta su tesis en que el impacto ha sido marginal dado que sólo 14 millones de hectáreas, el 1% del área cultivable del mundo, está dedicada a producir insumos para biocombustibles.

jmosquera@une.net.co

*Periodista