La Justicia como noticia
Nos imaginamos que después de tanto debate, la Reforma a la Justicia iba por buen camino, pero lo que vamos viendo es que posiblemente nos estamos equivocando. Las noticias recientes hablan de demasiada complacencia con todo el mundo, y no realmente de un proyecto maduro.
Para no ir muy lejos, darle facultades a la Policía para arrestar sin orden judicial previa, parece por lo menos inconveniente. Situación que, conociendo algunas actuaciones anteriores, deja algunas inquietudes. Pero peor aún es la propuesta según la cual los aforados sólo serán arrestados cuando exista sentencia de primera instancia o sean sorprendidos en flagrancia. Eso significa de nuevo una Justicia especial para los llamados de “cuello blanco”, incluyendo congresistas, magistrados de altas Cortes, Fiscal, Procurador, Contralor, gobernadores, generales, ministros del despacho, entre otros.
Esta propuesta significa un retroceso en la aplicación de justicia, y puede ser altamente inconveniente. En muchas oportunidades se ha abusado de los arrestos, por razones políticas, pero de allí a impedirlos en casos evidentes es inconveniente. Muchos de los escándalos que se han sucedido en el país y en Bogotá recientemente, no podrían tener a muchos implicados detenidos, y lo más preocupante es que termina siendo un premio creado por aquellos que al mismo tiempo se benefician de la medida. Es el mejor ejemplo de ser “juez y parte en el problema”.
Tampoco se elimina el Consejo Superior de la Judicatura, hecho que toda Colombia ha reclamado, y adicionalmente se amplían algunos períodos de magistrados. De nuevo tratando de congraciarse con otros.
Y finalmente se crean en la Corte Suprema dos Salas para “investigarse a sí mismos”. Como si eso garantizase algo de objetividad. Es pasar de la “Comisión de absoluciones” a la “Sala de amigos que absuelven”. Y si no se cree que eso puede suceder, nada más evaluemos el hecho que se presentó recientemente con la decisión de los conjueces del Consejo Superior de la Judicatura, según la cual todos los aforados no pueden ser investigados por la Contralora en hechos como el denominado “carrusel de las pensiones en las Cortes”.
Si esta será la Gran Reforma a la Justicia, mejor quedémonos con lo que tenemos, en donde por lo menos hay algo de objetividad y equidad.
De postre.Cada vez que pasa un fin de semana de puente o una semana de vacaciones, las noticias alaban el denominado “Plan Retorno” por su agilidad y organización; sin embargo, nadie suele validar ese tipo de hechos. Tuve la oportunidad de sufrir el Plan Retorno desde Villavicencio y comprobé el desorden y desastre del mismo. No fue nunca claro si el retorno era en dos o en un sentido, la carretera nueva fue cerrada varias veces, los peajes generaron tráfico, había confusión en los conductores y riesgo por esa confusión de más accidentes. Así como los planes retorno de Villeta son impecablemente manejados, el de Villavicencio merece nota altamente reprobada.