JOSÉ MANUEL RESTREPO ABONDANO | El Nuevo Siglo
Jueves, 25 de Abril de 2013

Saliendo del hoyo, pero falta

 

Esta semana recibimos una extraordinaria noticia para nuestra sociedad y la salud de la economía colombiana. Se trata de las cifras sobre la pobreza en nuestro país, contrastada con nuestra historia en la materia  y con la realidad regional e internacional.

De entrada es necesario decir que recibimos muy buenas noticias, pues verificamos que en el año 2012 con respecto al 2010 hemos reducido la proporción del índice de la pobreza relativa en más de un 10%. Eso significa que casi dos millones de personas dejaron de ser oficialmente clasificadas como pobres. Este dato se deriva de unos buenos resultados en el crecimiento de la economía y de las inversiones sociales y en el desarrollo que viene realizando el país por varios años. Responde también a un mejoramiento en los indicadores de empleo, que son justamente el subproducto de que la economía atraiga más inversión extranjera y tenga más capacidad de inversión y gasto. Agregaría yo también que seguramente esto se explica por la reducción en la inflación, que suele ser el peor impuesto a los más necesitados. Es aún más destacable que el índice de pobreza extrema, que es el que identifica aquellas personas en situaciones francamente indignas, se redujo en casi un 50%.

Un segundo resultado muy positivo que recibimos esta semana, es que Colombia mejoró en su índice de inequidad o desigualdad. Dejamos de ser el segundo país más desigual de América Latina y el séptimo en el mundo. Un resultado que habla muy bien de que estamos efectivamente logrando que el crecimiento de los últimos años alcance o llegue a las poblaciones más desvalidas del país, y que no estemos concentrando exclusivamente riqueza en unos pocos.

Finalmente sorprendió positivamente que el índice de pobreza multidimensional también mejorara, lo que directamente indica el valor de las políticas sociales que han implementado los dos últimos gobiernos a escala nacional  y que incluyen estrategias en educación, niñez, trabajo, salud, vivienda y servicios públicos.

Dicho lo anterior, merece mucha más atención en el Gobierno Nacional y los gobiernos locales y regionales, el hecho de que en el sector rural (más allá de las cabeceras municipales) aumentaron todos los indicadores de pobreza relativa y de pobreza extrema. Merece pues especial atención el tema del desarrollo regional y especialmente las inversiones que en el agro puedan lograr que nuestros compatriotas del campo no terminen siendo los excluidos del actual modelo de desarrollo. Si bien estas personas pueden ser transparentes para la mayoría de colombianos, ellos merecen que el crecimiento de nuestra nación los toque y que lleguen las estrategias y políticas de desarrollo social. ¡Allí está el gran reto del país!

 

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De postre

Parece ya definitivo que se protegerá la verdadera Familia y que los derechos de los niños no serán vulnerados al no permitirse la adopción por parte de las parejas homosexuales. Enhorabuena por el futuro de nuestra sociedad.

jrestrep@gmail.com