JUAN DANIEL JARAMILLO ORTIZ | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Junio de 2014

La tribu del fútbol

 

Un informe de la revista Semana que empieza a circular ayer bajo el título “El fútbol: ¿deporte de ignorantes?” hace una síntesis dispersa de citas de escritores universales como Jorge Luis Borges, Albert Camus, Rudyard Kypling  y otros nacionales como Juan Esteban Constaín y Ricardo Silva. Se trata de citas solitarias sobre el fútbol, no de análisis acabados, que reflejan simples simpatía o antipatía  hacia este deporte. El autor o autora de este informe -que no puede ser Felipe López- se pregunta si el deporte es de ignorantes pero su texto ignora de manera absoluta de la primera a la última letra todo el volumen de investigación académica, en especial sociológica, que se ha hecho sobre el fútbol.

Para comenzar “The Soccer Tribe” (La Tribu del Football), el libro definitivo sobre el tema -reseñado en este diario por el doctor Álvaro Gómez, estudioso y observador del deporte, y el autor de esta columna el año de su aparición en 1981- escrito por el antropólogo británico Desmond Morris, cuyo  “The Naked Man” es ya clásico de la antropología y la sociología.

En su estudio del fútbol, Morris erige un deporte que, a diferencia de todos los demás, ha asentado desde que empezó a jugarse un modelo típico tribal antropológico, con sus rituales, héroes, sabios retirados, seguidores y jergas. Y también sus violencias. De tribus sabe la historia por primera vez en el Israel del antiguo Testamento pero las disciplinas especializadas las sitúan como segmentos medios, uno más igualitario y otro ya estratificado, entre hombre cazador y civilizaciones bajas, medias y evolucionadas.

El fútbol constituye la tribu universal, la más grande que haya existido. Morris examina en detalle cada uno de sus aspectos para concluir que este deporte es un elemento que unifica comportamientos humanos a superar barreras lingüísticas, étnicas, educativas y culturales. En un estadio o en frente de una televisión se sientan hipnotizados el doctor en Astronomía o Física y el vendedor ambulante analfabeto.

La tribu en sus apetencias tiene un distintivo que es la identidad nacional, municipal o tan sólo de barrio. Y es aquí donde la tribu, que conserva sus signos externos, parte caminos y muy frecuentemente adiciona la violencia a su listado de características. Aquí nace el hooliganism, o jóvenes violentos y destructivos. Este comportamiento, que ha tenido expresiones fatales en Colombia, es objeto de profundo estudio académico. El Gobierno británico encargó desde 1968 al investigador Sir Norman Chester el análisis de este elemento vital de la sociedad que hoy se adelanta en una institución que lleva su nombre. Quienes han vivido en Gran Bretaña saben, por ejemplo, que el fútbol es inherente a la sociedad e identidad británicas contemporáneas. Leicester Univesity cuenta con un departamento especializado en la materia.

Y mucho se ha publicado sobre el fútbol desde que apareció la obra de Morris. Están los trabajos muy serios de George Sik. Detesté el futbol cuando me sentaba en los bancos  de primaria de una institución, el Gimnasio Moderno, donde se reverencia este deporte y nació Independiente Santa Fe. Después, un período de estudio de escuela secundaria en Inglaterra, antes de entrar a mi educación universitaria, me obligaron literalmente a compenetrarme con el fútbol. La lectura del libro de Morris me atrajo definitivamente y desde entonces miro la tribu sin que me sienta parte de ella.

Y he descubierto su valor estético inmenso. Su aptitud hermosa para cohesionar una nación. Sugerir que el fútbol es simple ocupación de ignorantes implica ignorancia infinita. Excusable, claro, en Borges o Kypling. Y para pocos que no pudieron disfrutar nuestro 2-0 sobre Uruguay.  Como Antonio Caballero, amargado de profesión, quien solo ve en torno suyo carrozas bizantinas e ignorantes de derecha.