JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 20 de Julio de 2014

De Uribe a la derecha

 

“Se relativiza lo malo con tal de conseguir lo bueno”

 

Quizá no hay nada más grave en nuestro país en este momento que los tres funcionarios del gobierno Uribe que se encuentran prófugos de la justicia. Y la razón no es animadversión en contra del ex Presidente, o minimización de grandes escándalos como los de Morelli, o el concuñado de Petro o la pérdida de las actas que ha denunciado el MIRA, o un simple capricho. Creo que es tan increíblemente grave porque ha logrado poner a la institucionalidad contra las cuerdas para una parte importante de la opinión pública. Por cuenta de Hurtado, Restrepo y Arias, hoy no hay quien meta las manos al fuego por la justicia colombiana.

Y el problema es que gracias a Uribe entramos en una extraña forma de relativización moral. Muchos dicen hoy que la condena a Andrés Felipe es exagerada, que sin haberse robado un peso es injusto que tenga que pagar tantos años de cárcel. Tienen perfectamente claro que hubo delito, pero dicen que él no tuvo intención de cometerlo. Así que de repente la Ley debería ser un poco más “justa” con Arias por haber cometido un delito sin quererlo, porque –según ellos- lo que quiere la justicia es hacerle daño a Uribe. Y aunque no es muy diferente la situación de Hurtado o la de Restrepo, sí lo es que no vivieron el juicio mediático de Arias.

Sin embargo, lo grave es que para muchos uribistas los tres son mártires, mártires de la venganza de la izquierda contra “papá” Uribe, de la invención esa del castro chavismo que quiere apoderarse del país, de la restauración de una moral que ha justificado el sacrificio de tres verdaderos patriotas. Eso piensan y dicen los mismos que creen que por una posición ideológica uno merece ir al infierno.

La relatividad moral del uribismo nos enfrenta no a diferentes modelos de país, como se esperaría de un movimiento que pretende convertirse en un partido político real. Nos enfrenta a los fines sobre los medios, a la relativización de lo malo con tal de conseguir lo bueno. Estamos enfrentando una dicotomía que en el fondo es absolutamente falsa. La derecha civilizada en nuestro país estaba representada por unos valores que se defendían a capa y espada, aunque fuesen pocos los que la representaban. La derecha que nos han querido meter por los ojos entiende sus principios como un estado de opinión, de acuerdo a lo que nos lleve la marea. Por eso es tan grave lo que viene ocurriendo, porque hasta han querido vendernos una derecha equivocada.

@juandbecerra