Nadie sabe a ciencia cierta cuándo y cómo se reactivará el transporte aéreo. Pues depende de algo inmaterial y es la confianza. La confianza de nosotros mismos en subirnos a una aeronave y transportarnos a otro lugar del planeta. Por turismo o negocios. Las aerolíneas de pasajeros han hecho todo lo posible desde el punto de vista de bioseguridad para generar esa confianza que se necesita, pero no ha sido posible generarla como se quisiera.
En Colombia se está pensando en apalancar la reactivación del transporte aéreo con la aviación doméstica no regular y por supuesto regular. La aviación no regular, entendida como la operación que hacen los llamados aerotaxis. Esa modalidad de aviación comercial que llega a lugares algunas veces inhóspitos y otras exóticos, pero al fin y al cabo lugares de Colombia a los que no se puede ir en las aerolíneas regulares que todos conocemos. Y no pueden ir por las condiciones de los aeropuertos que limitan la operación de las aeronaves que operan las aerolíneas regulares y por la capacidad que se encuentra directamente limitada por la poca demanda. Veremos si aumenta la demanda.
La Aeronáutica Civil debe reformar el plan estratégico que se había diseñado para alcanzar en Colombia para el año 2030 una suma gigante de pasajeros transportados de 100 millones. Íbamos muy bien, pero llegó la pandemia y nos redujo a niveles de hace 13 años. Se estima que serán 14 millones o menos para el 2020. Las aerolíneas siguen solicitando a la Aerocivil que les aprueben nuevas rutas y más frecuencias. Pero es claro que sin esa confianza que se necesita no será posible operarlas pues jamás dará el factor ocupacional en las nuevas rutas. Tal vez la reducción del IVA al 5% para los tiquetes aéreos sea una muy buena estrategia para reactivar ambos el turismo y el transporte aéreo. Esta ley es posible que al momento de publicar esta columna ya sea un hecho. En todo caso la fórmula mágica nadie la tiene.
Bueno, por otro lado, la oferta exportable de turismo en Colombia está basada en la naturaleza y la cultura. Esto es lo que afirma Procolombia. Y para ofrecer este producto es muy importante garantizar la seguridad. No podemos ofrecer algo si no podemos garantizar incluso la vida. Colombia tiene cinco regiones que reúnen los océanos Atlántico y Pacífico, las montañas de los Andes, la Orinoquia y el Amazonas. Correcto. Pero ¿cuántos lugares en esas regiones están preparados tanto en infraestructura como en seguridad que garanticen al turista extranjero y doméstico su integridad física, bienestar y comodidad? Me gustaría saber ¿a qué clase de turista extranjero queremos atraer?
Los que viajan con un presupuesto muy bajo y una mochila al hombro que le agradarán las incomodidades o un turista de otro perfil que ama la naturaleza, pero no bajaría sus estándares mínimos incluso en la selva de aquellos que ofrece un Ritz Carlton de Key Biscayne por decir algo.
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