Llevo 17 años ejerciendo mi profesión de abogado en el sector aéreo. Desde el año 2003 entendí que existía un carácter internacional del transporte aéreo y que esa era la garantía de funcionamiento institucional para un sector que no tiene otra forma de ser que perfecto.
También entendí que es un sector que se rige principalmente por normas y estándares internacionales dictados por la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) y asociaciones como la IATA. De manera que creí que esto aseguraba que la intervención local en el sector sería mínima. Y que en esencia se limitaba a la implementación de normas internacionales localmente por parte. Al establecimiento una política aérea y negociar acuerdos de transporte aéreo que establezcan condiciones o no para el acceso al mercado aéreo colombiano. Todo esto a cargo de la autoridad aeronáutica que no es otra que la Aerocivil.
De tal manera que la legislación aeronáutica, que rige el sector aéreo en Colombia es muy clara. Esencialmente: Código de Comercio (libro V, parte II), ley 105 de 1993, Ley estatutaria 336 de 1996 (estatuto del transporte) y los reglamentos aeronáuticos de Colombia RAC. Todas esas normas son claras en establecer que las funciones relativas al transporte aéreo son de resorte exclusivo de la Aerocivil como entidad especializada en el tema. Siendo esto así, surgen muchas preguntas. ¿En qué momento fue derogada la legislación aeronáutica local y desconocida la legislación internacional? y ¿en qué momento pasaron las funciones relativas al transporte aéreo de la Aerocivil a Claudia Lopez y demás alcaldes de Colombia?
Me resisto a creer que los asesores del presidente Duque o el mismo director de Aerocivil no tengan este hecho legal muy claro y en consecuencia han actuado ingenuamente transfiriéndole a Claudia López, para el caso de Bogotá facultades legales que no tiene ella ni ningún alcalde. Gravísimo error que se pasó por encima la ley y los estándares internacionales que rigen el sector. No importa si son vuelos domésticos o internacionales. Pero sobre todo espantó la inversión extranjera en Colombia.
Interjet anunció su salida definitiva de Colombia, aunque en la carta que firma Julio Alejandro Gamero, director ejecutivo comercial, diga que es temporal. Se van debido a las restricciones gubernamentales y la nula demanda tras cinco meses de parálisis total del sector. Vienen más detrás. El único país del mundo junto con Argentina y Venezuela, que pararon 100% la operación aérea doméstica e internacional. Los resultados son devastadores. Iván Duque entregó un sector a alcaldes, que con desconocimiento total ahora establecen cómo y cuándo será la reactivación del sector aéreo. Qué rutas se operarán y cómo. Qué capacidad y en qué condiciones. Algo de resorte exclusivo por ley de la Autoridad Aeronáutica.
Claudia López, con aval del gobierno, pone en jaque el sector aéreo y todo el ecosistema del turismo. Un disparo al pie pues se trata de turismo y aviación la industria más grande del mundo.
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